Capítulo 31: august

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Abrí los ojos con pesadez, todavía me sentía muy adormilada, ¿qué rayos había pasado? Adapté mi vista y me di cuenta que estaba en una habitación del hospital, Dios, espero no haber hecho una gran escena. Me di vuelta para la izquierda para comprobar qué me estaban pasando por el brazo cuando la vi; esa mujer, seguía allí y se notaba que había estado llorando.

— Hola, Valerie- dijo entonces.

— Sigues aquí- dije como si eso me impresionara, pero de alguna forma no lo hacía.

— Sí, aquí estoy, quería hablar contigo...

— Sí, creo que eso me lo pude imaginar- ¿por qué mi cabeza se sentía tan despejada? Se suponía que mil preguntas e ideas deberían estar en mi cabeza en este momento y, sin embargo, nada.

Debe ser el calmante. Ni por un momento creas que estás menos loca

— Mi nombre es Michelle- dijo entonces y escuché cómo mi corazón aumentaba su ritmo por la máquina, pero yo no sentía nada-, realmente creo que soy tu madre.

— La mujer que me dio la vida me abandonó a mi suerte con un hombre que me pegaba cada vez que me veía porque le hacía acordar a ella- dije logrando que ninguna lágrima cayera de mis ojos-, mi madre es la doctora Margaret Lerner y mi padre es Robert Lerner, dos personas que me cuidaron y quisieron desde que soy niña y que lo siguen haciendo aunque ya estoy bastante grandecita.

— Lo sé- dijo ella con los ojos llenos de lágrimas-, y no pretendo ocupar ningún lugar, Valerie, ni siquiera pretendo que me vuelvas a hablar en tu vida, sólo te pido que me escuches ahora, ¿puede ser?- dijo y asentí- Jackson me dijo que Joe te había contado algo de nuestra historia, aunque creo que él nunca supo lo que pasaba realmente; Joe había empezado a trabajar en el restaurante de mi familia para costearle el tratamiento médico a su hermano después de un accidente. Él y yo nos gustamos y empezamos a salir, y entonces conocí a Mike; él era una persona muy manipuladora y de alguna forma, que pese a años de terapia sigo sin entender, hizo que me enamorara de él. Bueno, no sé si lo puedo llamar enamoramiento, pero estábamos juntos.

— ¿Y entonces?- quise saber después de que ella se quedó en silencio por lo que se sintieron horas, pero probablemente sólo hayan sido segundos.

— Pues debes saber que mis padres tienen mucho dinero, formaron un imperio y eran muy conservadores; les agradaba Joe porque era trabajador, era una persona confiable y aunque no estaban de acuerdo con nuestra relación, no se oponían. Pero con Mike... con él era diferente; ellos definitivamente lo odiaban y hacían lo que fuera para separarme de él, especialmente cuando quedé embarazada. Apenas y permitían que nos viéramos, así que Mike y yo nos escapamos, nos fuimos a vivir a la casa de un tío suyo que había fallecido y que la casa estaba desalojada. Vivimos ahí por unos cuantos meses y no teníamos un centavo, Mike siempre decía que iba a trabajar, pero de alguna forma u otra el dinero nunca llegaba a la casa.

— ¿Y por qué no te fuiste? ¿No te diste cuenta entonces que era un mal hombre?

— Creo que estaba tan cegada que no, no me di cuenta. Además, él siempre había sido de lo más atento y cariñoso conmigo. Finalmente, llegó el día del parto y todo fueron complicaciones; como no teníamos dinero, yo no había podido hacerme controles y ecografías así que estábamos a ciegas. Llamé a mis padres para pedirles ayuda, yo tenía mucho dolor y sentía que en el hospital que estábamos no me podían ayudar. Ellos vinieron y nos llevaron a su clínica de confianza y allí fue dónde naciste. Yo estaba muy sedada por la anestesia de la cesárea, pero definitivamente escuché cuando lloraste por primera vez y supe que estabas bien, entonces me dormí y cuando me desperté habían pasado varios días, mis padres dijeron que había tenido un varón y que había nacido muerto, incluso me mostraron el certificado de defunción, firmado por Mike. Al verte aquí sé que me mintieron. Y sé que también le mintieron a Mike, pero lo peor de todo es que te mintieron a ti.

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora