Capítulo 50: the last time

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— ¿Qué haces aquí?- le pregunté a Jackson cuando apareció en mi puerta. 

Después de recibir el resultado del test había intentado llamarlo de nuevo, pero seguí sin poder comunicarme. Sin embargo, no seguí intentándolo porque Penny se despertó de su siesta con fiebre y entonces me había dedicado a ella al 100%. Para colmo de mis males, Leah se había tenido que ir por una emergencia laboral y mi madre no estaba en el país.

— ¿Estás bien?- preguntó él preocupado- Recibí varias llamadas tuyas, ¿por qué llora Penny?

— Entra, tengo que volver con ella- dije y cerró la puerta. Me apuré a volver con Penny que no dejaba de llorar en su habitación.

— Mami, ¿por qué te fuiste?- me preguntó cuando entré a la habitación.

— ¿Qué sucede, pequeña?- preguntó Jackson entrando en la habitación.

Se sentó en su cama y Penny lo abrazó.

— Tiene fiebre desde hace horas, no logro bajarla con nada- dije soltando un suspiro cansado.

— ¿Antifebril?

— Jackson, soy médica, esa fue la primera opción.

— De acuerdo, no te enojes.

— Iré a hacerle algo de comer ahora que estás aquí.

Me paré y todo se me puso negro.

— Valerie, ¿qué tienes?- preguntó Jackson preocupado.

— Nada, nada, sólo me mareé un poco. Aún no he comido nada.

— ¿Quieres que te ayude?

— No, no, quédate con ella. Yo estaré bien.

Después de hacer la comida y lograr que Penny comiera algo, me sentía más relajada. Incluso a ella le había bajado la fiebre y ya no lloraba.

— Se ha dormido- me dijo Jackson entrando en la cocina donde yo lavaba los platos.

— Qué alivio, gracias por haber venido, ¿a qué hora sale tu vuelo mañana?

Jackson me miró como si me hubiera salido otra cabeza.

— Valerie no...

— Está bien- le dije-, sé que esta semana no he querido ni que me dirijas la palabra pero es momento de que lo empiece a superar. No quiero que te vayas y que estemos enojados, no...

— Valerie, mi vuelo era hoy a la mañana- me dijo él, sorprendiéndome-. No lo tomé, estuve todo el día hablando con la gente de Alemania para avisar que no iba a ir y todo eso, por eso no pude venir antes.

— Tu vuelo sale mañana miércoles a la mañana- dije sin poder creer lo que me decía.

— Valerie hoy es miércoles, no he viajado.

— ¿Y por qué?

— Porque tenías razón- me dijo acercándose a mí-, no es lo mismo. La situación se acaba de ejemplificar, ¿cómo voy a ayudarte a cuidar a Penny si estoy en otro continente? Quiero estar aquí con ustedes dos, no me importa si Penny es mi hija o no lo es, yo...

— Lo es- lo interrumpí-, hoy llegó el resultado, por eso te había llamado. Penny es tu hija, Jackson.

Me acercó a él y me besó con entusiasmo — Es la mejor noticia que me podrías haber dado.

— ¿Y nosotros, Jackson?- pregunté separándome de él- Me dijiste que desde que yo aparecí, tu vida era un desastre, ¿sigues pensando lo mismo? Porque no tienes un muy buen concepto de la madre de tu hija y no quiero que te quedes y vivas reclamándome todo el tiempo.

— Sé lo que te dije el otro día y me arrepiento- me dijo él entonces-, creo que quería herirte de alguna forma, pero todos estos días estuve pensando e incluso hoy cuando estaba entrando al aeropuerto me di cuenta que tú me haces vivir la vida y sí, a veces es complicado, y muchas veces he deseado con todo mi corazón poder odiarte, pero no puedo porque te amo, Valerie. Sí, me complicaste la vida desde que llegaste porque desde que te habías ido no la estaba viviendo, no había nada que me hiciera feliz. Y no soy feliz investigando, soy feliz cenando contigo y con Penny, discutiendo contigo, que no sabes lo mucho que me gusta hacerlo. Quiero que lo hagamos siempre, quiero que seamos los tres una familia y que tengamos más hijos, quiero una vida contigo. Sé que tú también la quieres.

Hice un paso hacia atrás cuando él hizo el intento de volver a acercarse a mí.

— Jackson hay algo más que tienes que saber- le dije-. Yo también te amo y quiero tener una vida contigo, eso ya lo sabes, pero tienes que saber algo más.

— ¿Qué es?- me preguntó con miedo.

— No sé qué arreglo has hecho con la gente de Alemania, pero necesito que entiendas que tu hermoso arreglo familiar que probablemente has hecho en tu cabeza no va a poder ser.

— ¿Por qué no?

— Porque, sorpresa, vamos a tener otro hijo y eso implica el doble de llanto, el doble de tiempo invertido y la mitad del tiempo que antes tenías para hacer tus cosas, entonces tienes que saber que antes de meterte de lleno en esta hermosa familia que no vamos a ser sólo tres, vamos a ser cuatro y el que se agrega es un bebé al que habrá que enseñarle todo, no como Penny que ya está prácticamente criada gracias a Frozen.

— Valerie, eres la mujer más exasperante que conocí en mi vida- me dijo él volviendo a acercarse a mí y esta vez tomándome entre sus brazos-. Estoy absolutamente enamorado de ti, y creo que eso radica en que nunca sé la cantidad de palabras sin sentido que puedes unir en una oración, sin respirar.

— En serio, Jackson...

— ¿En serio estás embarazada?

— Sí, ¿acaso no sabes lo que es un condón, Jackson?- dije haciéndolo reír.

— Lo recordaré de nuevo en unos meses.

— Por favor.

— ¿Puedo besarte ya o seguirás hablando?

— Oh, creo que también deberías saber que me han echado del hospital así que... como que no tengo trabajo. 

— De acuerdo, creo que puedo con eso- dijo y esta vez sí me besó y yo ya no tuve nada más que decir. 

PerdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora