Epílogo

39 1 0
                                    

Escribir esta historia me ha hecho recordar algunos de los grandes momentos de mi vida. Me alegra saber que, sin importar qué, siempre estará escrito; como si fuera la marca que he dejado en el mundo. O al menos me gusta pensar eso.

Ahora que Penny es toda una mujer, creo que es tiempo de que sepa toda su historia o las partes que no sabe o que nunca logró entender del todo. Después de todo, Jackson siempre ha sido un excelente padre, al punto de ir a buscarla a prisión cuando se emborrachó en la universidad con sus amigas y quisieron escapar de la policía. No, mi Penny siempre ha sido una buena chica, sólo me gusta recordarle eso siempre que puedo. Después de todo, no podré hacerlo por mucho más tiempo.

La vida con el doctor Jackson Monroe sin duda ha valido la pena, y sí nos hemos peleado todos estos años como el primer día porque él es un cascarrabias y yo soy una cabeza dura. Pero así y todo nos hemos amado sin interrupciones durante todos estos años. La llegada de nuestro hijo Frank sólo hizo que nuestro amor y nuestra familia se consolidara. Por suerte no necesitamos más consolidación y no tuvimos más hijos.

Michelle y Jim siempre están cerca, ahora que dejaron de trabajar en la empresa se dedican a hacer cruceros por todo el mundo, pero siempre vuelven porque extrañan demasiado a sus hijos y a sus nietos. Yo no me puedo quejar. Margaret y Robert también se retiraron, pero ellos son felices viviendo la vida en su casa, donde casi no estuvieron. Siempre nos vemos para las fiestas. Incluso en algunas aparece mi hermana con Will y sus hijos.

Creo que fue un alivio para Will saber que no era el padre de Penny, incluso para Sophie. Y cuando las cosas estaban más calmadas se acercaron y la conocieron. Debo admitir que fue gracioso cuando Penny lo llamó tío Will, aunque a Jackson no le agradó tanto. Mi relación con Sophie nunca volvió a ser la misma, pero al menos logramos acercarnos bastante como para que me haya ayudado con ciertas cosas que ya no recordaba bien para escribir este libro. Will también participó. Y por supuesto mi fabulosa amiga Leah que se rio muchísimo cuando le mandé el primer capítulo y me acusó de hacerle bullying.

En cuanto a mi trabajo, no volví al hospital. Entré a una práctica privada y realizaba algunas cirugías en otro hospital de vez en cuando. Me gusta ahí, me ha dado tiempo para estar con mis hijos y con mi marido.

Me alegra haber tenido el tiempo suficiente para terminar este libro, hubo momentos en los que creí que no lo iba a lograr. Así que sí llegaste hasta acá, te quiero agradecer por haberme leído.

Con amor, Valerie Monroe. 

PerdidaWhere stories live. Discover now