IMPERIO 4.

206 15 0
                                    

Continúo saliendo con Adriano durante dos semanas y hoy me invita a casa de su abuela. Es una mujer adorable como muchas otras abuelas y pasamos varias horas ahí, papá me dejó llegar un poco más tarde, a las 11:00pm de hecho y aun me sorprende.

Hace dos semanas cuando se entero que había estado en su casa se molestó un poco, pero por suerte no se puso como loco solo porque le dije que sus papás habían estado presentes y mamá como siempre ayudo a calmar a la fiera.

Por mas que insistimos en que nos dijera si confía en él se negó a decirlo pero que no dijera nada fue la mayor respuesta. Papá confía en Adriano y eso me hace sentir muy bien.

— Quiero preguntarte algo antes de llevarte a tu casa. — Asiento con el ceño fruncido. — Aitana, quiero que seas mi novia.

Esta vez son dos millones de festivales en mi estómago y los fuegos artificiales son mucho más grandes. Desde la primera vez que vi a Adriano en el colegio espere este momento, pero creí que jamás llegaría. De verdad me gusta.

— ¿Entonces? ¿Qué dices? Creó que ya me gané la confianza de tu padre. — Eso es verdad, ya no hay ni la menor duda.

— Si quiero ser tu novia. — Su sonrisa me encanta cada día más.

Cuando se acerca a mí y pone su mano en mi mejilla se me revuelve el estómago. Jamás he besado a nadie. Roza su nariz con la mía e inmediatamente cierro los ojos. Siento sus labios sobre los míos y es una linda sensación, es mejor de lo que muchas veces me imaginé.

De una manera torpe sigo sus labios, pero parece no importarle ya que pone sus manos en mi cintura acercándome un poco más a él. Es como si nada más importara, como si el mundo entero se detuviera por unos cuantos segundos, me siento bien, tranquila.

—Solo espero que tu papá no quiera asesinarme. — Sonrío cuando me abraza y como siempre huele delicioso.

Nos quedamos así lo que me parece una eternidad y quisiera quedarme aquí el resto de la noche.

— Creo que debemos hablar con tus papás, no quiero que tengas problemas con tu papá si se entera de otra otra manera.

—¿Podemos no hablar hoy con ellos? Mañana es domingo y como no trabajan papá no tendrá tantas ganas de asesinarte como cuando va a trabajar. — Asiente con una carcajada dándome un beso en la frente.

Nos despedimos de su abuela, creo que nunca he conocido a una abuela que no sea cariñosa, supongo que debe ser requisito o algo así. Mi abuela Karina algunas veces tiene un carácter algo difícil, pero al ser pediatra es aún más paciente y cariñosa.

—¿Te veo mañana? — Asiento y me da un beso en la frente cuando se detiene frente a mi casa. — Así para no morir antes de tiempo. — Suelto una carcajada y acaricio su mejilla.

—Le caes bien a mi papá, aunque nunca te lo diga. — Suelta una carcajada.

—¡Aitana! — Suelto un gritito al ver a mi papá y de paso se me cae mi celular. Un día va a terminar matándome de un infarto.

—¡Deja de asustarme! Son las 11:00. — Cruza los brazos y ahora me da miedo que haya visto cuando Adriano se despidió de mí.

—Desde hace un mes llegas exactamente a la hora que les digo. — Suspiro aliviada.

—Hola mi amor. — Mamá me da un beso en la mejilla.

—Hola mamá. — Ambas miramos a papá esperando a que diga algo mas referente a Adriano, para mi sorpresa no lo hace.

—Mi amor, tenemos un problema en Los Ángeles así que mañana vamos a tener que irnos.

—¿Todos? — Frunzo el ceño.

AITANA. (Imperio #2)Where stories live. Discover now