IMPERIO 36.

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Pasé el fin de semana en la hacienda con mi familia y fue como poder respirar de nuevo. Incluso Adriano estuvo conmigo y me dijo que hace dos semanas terminó con su novia. La verdad me hizo sentir mal saber eso, pues en parte fue mi culpa. Ella se molestó porque Adriano estaba más al pendiente de mí que de ella y sé que es verdad. Es egoísta, pero de verdad no sé que sería de mi si Adriano no estuviera conmigo.

Aunque no puede verme todos los días cuando puede no hay día en que no venga, si puede estar aquí una hora se queda hasta el último segundo y cuando tengo mi celular siempre hay muchos mensajes de él que sabe que voy a leer en algún momento. Mismos mensajes que siempre fueron de ayuda para mí y me hacían sonreír cada vez que los leía o escuchaba todos sus audios.

— Debiste decirme lo que pasó, ¿Por qué no lo hiciste?

— Gordita, desde que me enteré que estabas en el hospital no hay nada ni nadie que me importé más. Ni siquiera ella. — Hago una mueca y acaricia mi mejilla. — No me importa quién se moleste o que planes tenga que cambiar, siempre que me necesites me vas a tener aquí conmigo.

— Gracias por estar siempre conmigo. — Me da un beso en la frente y pone sus manos en mi vientre.

— Aún no se mueve, ¿Verdad? Esto tarda mucho. — Protesta y niego con una carcajada.

— Me dijeron que a los cinco meses o antes podía comenzar a sentirlo. — Resopla y entonces me doy cuenta. — ¡No me digas gordita! — Lo golpeó con el dorso de la mano y después suelta una carcajada.

Desde que fue más que evidente mi embarazo no he podido lograr que dejé de decirme gordita. Sé que no me lo dice con mala intención o para molestarme, solo me lo dice de cariño.

— ¿Vas a regresar al colegio este ciclo? — Asiento.

Papá habló con el director del colegio para que me dejará tomar clases de manera online. Es otra manera de mantenerme ocupada estando en VASYF aparte de las terapias y el taller de piano. No quería perder muchas clases. Por las circunstancias el director y profesores no se opusieron. Aun así, en cuanto deje VASYF voy a volver a mi vida normal y eso incluye el colegio.

El martes cuando regresó me siento mucho mejor y como lo dije anteriormente; no voy a dejar que nada ni nadie arruine los avances que he tenido, mucho menos que afecten a mi bebito que es lo más importante para mí.

— Veo que te sirvió mucho estar con tu familia, ¿Verdad? — Le sonrío a Jade y asiento.

— Me sirvió para pensar y de hecho tengo una pregunta. — Me pide que continúe. — Tú sabes que cuando era una niña mi papá biológico me golpeaba. — Asiente. — ¿Por qué aún con eso permití que Oliver me hiciera todo lo que me hizo? — Comienzo a jugar con mis dedos nerviosa.

— Sabía que en algún momento me harías esta pregunta. — La miro con sorpresa. — Leí el expediente que la psicóloga elaboró cuando tenías cuatro años. Aunque tú sabías que eso no estaba bien y que no te merecías ni uno solo de esos golpes tú querías a tu papá por el simple hecho de ser tu papá.

— Era pequeña cuando perdí a mi mamá y eso es algo que me marcó, luego perdí a mi abuelita y yo siempre había querido tener a mi papá. Cuando lo conocí y se hizo cargo de mí al inició me trataba digamos que bien.

— Y tú lo querías a pesar de todos los golpes. — Asiento. — Tú misma dijiste que, aunque te daba miedo esa era la forma en que tu papá te demostraba que te quería.

— Es que era la figura paterna que yo siempre había querido tener. Recuerdo a mis vecinas o amigas que las veía con su papá y yo quería lo mismo, pero no entendía porque no lo podía tener. Luego cuando perdí a mi mamá y abuela llego él, todo lo que siempre había querido, pero no sabía que se iba a convertir en una autentica pesadilla. Hay algunas cosas que recuerdo y otras que no, pero al inicio él no me trataba mal, no era cariñoso, pero jamás me golpeaba.

— No te puedo culpar por ello, tenías cuatro años y es normal querer un papá a esa edad. Sobre todo, después de haber perdido a dos personas importantes para ti. Meses después de que llegarás a VASYF Aarón y Aisley te adoptaron. Te dieron la familia que tú siempre habías querido tener.

— Si, yo siempre quise tener una familia grande pues solo éramos mi mamá, mi abuelita y yo. Más de una vez le dije a mi mamá que yo quería tener un hermano, pero era muy pequeña y luego ella enfermó.

— Y eso lo encontraste en la familia Ivanova. Te lo dieron todo sin importar nada, pero sobre todo Aarón te dio algo más que es muy importante. — Frunzo el ceño. — Tú querías un papá y lo encontraste en él. Un amor de padre incondicional pero lo más importante, sin golpes.

— Desde niña he pensado que papá es el único hombre que me va a amar de verdad. — Niega.

— No Aitana. Te hiciste a la idea de que Aarón Ivanova es el único hombre que te va a amar sin golpes. Formaste la idea de que nadie te iba a poder amar de la misma manera que él. Por eso cuando Adriano llegó a tu vida y te trató con amor incondicional no funcionó, pues en tu corazón y sobre todo en tu mente, el único que puede amarte de esa forma es Aarón Ivanova. — Asiento y bajo la mirada. — Oliver te trató de la forma contraria, te trató como lo hizo Fernando. — Mi padre biológico. — Te enamoraste de él aun cuando sabías que no estaba bien y no te merecías esos golpes y humillaciones. Lamentablemente muchas veces repetimos los patrones dolorosos de nuestra vida y tú lo hiciste con Oliver.

— No quería que nadie ocupará el lugar de papá. — Asiente.

— ¿Qué pensabas mientras estabas con Oliver? ¿Qué pensabas cuando te golpeaba? ¿Qué pensabas cuando tuviste que soportar todo lo que paso después de que te mostrará los vídeos?

— No quería que papá se enterará de nada. Sabía que le estaba mintiendo y también que le estaba fallando, pues él confió en mí por ser su hija. — Bajo la mirada sollozando. — No quería que viera esos vídeos, lo soporté todo por vergüenza y para no decepcionarlo aún más. Pensé que jamás me lo iba a perdonar y que iba a... — No soy capaz de terminar.

— ¿Y qué ibas a perder al único hombre que te ama de verdad a pesar de todo? — Asiento entre sollozos. — El amor de una hija a su padre jamás va a estar mal. Pero tú soportaste todo para no decepcionarlo a él aun cuando sabías que Aarón es capaz de todo por protegerte. Soportaste todo para proteger a tu papá.

— Si yo le decía la verdad a papá sabía que se iba a molestar mucho y era capaz de intentar matar a Oliver. Yo no quería que papá se ensuciara las manos de sangre por mi culpa. — Vuelvo a bajar la mirada. — Cuando le dije que estaba embarazada se molestó demasiado, pero lo que más me dolió fue la decepción.

— Él te preguntó si te habían obligado y tú lo negaste, ¿Por qué?

— Me daba mucha vergüenza aceptar que me habían violado y que tuve que seguir con Oliver para que no publicará esos vídeos. No iba a poder volver a verlo a la cara. No quería perder a papá. No quería perder al único hombre que jamás me ha fallado, pero yo si le falle a él.

— Princesa, jamás me vas a perder. — Me giro para ver a papá y vuelvo a sollozar.

Rodea el sofá para ponerse en cuclillas frente a mí y sin pensarlo dos veces lo abrazo como si mi vida dependiera de ello. De una u otra forma es así. No, no quería perder a papá, no quería decepcionarlo aún más y, sobre todo, no quería que se sintiera culpable por algo que yo misma provoque.

— Te amo. — Susurra en mi oído y lo abrazo con más fuerza.

— Creó que es el momento de que regreses a casa y si están de acuerdo podemos comenzar con la terapia familiar. — Nos dice Jade unos minutos después ya cuando mamá también está aquí.

— Quiero quedarme esta noche aquí. — Ambos asienten y mamá me da un beso en la sien.

El resto del día me sirve para despedirme de Azucena y Rebeca que han sido mis amigas las últimas seis semanas. La mamá de Azucena es enfermera y mamá le consiguió un puesto en uno de los hospitales Káiser, pero quería que fuera lejos de Nueva York así que en un par de semanas se van a ir a Houston, Texas. El proceso de Rebeca ha sido más complicado así que aún no va a irse.

Todas las personas aquí fueron de ayuda para que yo comenzara a sentirme mucho mejor, desde psicólogas, ginecólogas, mis compañeras de habitación, absolutamente todos. En VASYF te hacen sentir segura y sobre todo a entender que tú no tuviste la culpa. Te demuestran que es posible Tener un nuevo comienzo.

AITANA. (Imperio #2)Where stories live. Discover now