IMPERIO 53.

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Tres semanas después Tommy se puede ir del hospital y aunque debe seguir con medicamentos, visitas con el cardiólogo y demás para evitar un rechazo del corazón, pero está muy bien. Es algo que su familia sabía a la perfección, pero aun así es un alivio para ellos poder tener a Tommy en casa y a la vez para él.

— Ya no me vas a cuidar doctora embarazada. — Aún tiene una gasa en el pecho.

— Nuestro trabajo aquí está hecho Tommy. — Le doy un beso en la mejilla.

Siempre me da mucho gusto cuando uno de mis pacientes puede irse a casa y más Tommy. Estuvo meses en el hospital para evitar complicaciones mayores y hoy finalmente se puede ir.

Al mediodía Adriano llega al hospital para que me hagan una ecografía. Poco menos de cuatro semanas para dar a luz y cada día es mas cansado que el anterior.

— Y aquí lo tenemos. — Millie nos nuestra la ecografía 4D en la pantalla. — Todo está muy bien, no se preocupen.

— Ha estado muy cansada desde ayer. — Fulminó con la mirada a Adriano, pero no le importa solo se encoge de hombros.

— Tuviste turno de noche la semana anterior, ¿Verdad? — No me queda de otra más que asentir. — Vete a casa por hoy. Te voy a dar autorización para que descanses y se terminaron los turnos de noche.

— ¿Escuchaste? — Me regaña Adriano.

Marcus sigue en el colegio y los martes se va con su amigo Gavin a su entrenamiento de tenis. Mi hijo de nueve años si sabe jugar. Así que prácticamente vamos a estar solos.

— Descansa gordita.

— Te amo amor. — Me da un beso en el cuello.

Obvio que ya no regresa a la constructora, se recuesta conmigo para abrazarme. Rápidamente me quedo profundamente dormida.

●●●

Dos semanas después sucede lo que temíamos. Tommy comienza a presentar síntomas de rechazo e inmediatamente se le suministran medicamentos y todo lo posible para detener el rechazo. Nuevamente debe regresar al hospital.

— Me extrañaste muy rápido Tommy. — Sonríe, aunque luce cansado.

— Doctora embarazada, ¿Cuándo nace Ian?

— En dos semanas más o menos, ¿Por qué me lo preguntas?

— ¿Cree que voy a poder conocerlo? — Se me hace un nudo en la garganta. — ¿Cree que me voy a morir?

Como médico no puedo prometer algo que es imposible saber si voy a poder cumplir, pero quisiera tanto poder hacerlo y asegurar que va a vivir muchos años más.

— No pienses en eso Tommy y tampoco lo digas. Solo tienes que estar tranquilo, ¿Vale?

— ¿Abre mi maleta? Hay algo para usted.

Hago lo que me pide y hay dibujos con un osito de peluche. El primer dibujo soy yo claramente embarazada con el uniforme del hospital.

Mi doctora está embarazada y va a tener un bebé que se va a llamar Ian.

El segundo soy yo sacándole sangre a Tommy.

La doctora embarazada me cae bien pero no cuando viene con agujas.

He tomado muestras de su sangre varias veces pues con otras enfermeras se pone muy nervioso, al fin que estudie medicina, no es difícil tomar una muestra y sigue siendo mi paciente.

El tercero es Tommy con un corazón triste y luego yo con un corazón feliz.

Hoy la doctora embarazada va a cambiar mi corazón por uno nuevo. Un corazón feliz.

AITANA. (Imperio #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora