IMPERIO 10.

187 11 1
                                    

Mi semana fue perfecta con Oliver feliz y diciéndome que me quiere. Comencé a hacer ejercicio en el gimnasio de casa y por supuesto a mis papás les sorprendió, pero no me dijeron nada, sé que puedo ir con el entrenador de papá o de mamá, pero la verdad no quiero. Andrei y Keysi llegaron de Boston, en una semana es el aniversario de mis papás, ellos se van de viaje solos mientras mis hermanos y yo lo hacemos juntos. Al menos con Keysi ya no soy la única mujer.

Andrei iba a ir al Corporativo con papá así que me dijo que él me llevaba a la escuela de música, la verdad me puse un poco nerviosa pero solo me abrazó, me dio un beso y se fue. No sé qué hubiera hecho si se quedaba o quisiera entrar a la escuela de música conmigo. Aquí venia cuando era una niña, de hecho, aquí aprendí a tocar.

— Hola mi amor. — Le sonrío a Oliver cuando subo a su auto, pero él me mira molesto. — ¿Qué pasa? — Pone su mano en mi nuca tirando de mi cabello.

— ¿Quién es el cabrón que te abrazó y te besó? — Pongo la mano en su antebrazo.

— Es mi hermano. — Tira con más fuerza. — Me estás lastimando.

— Más te voy a lastimar si sigues de zorra y me mientes.

— No te estoy mintiendo, es mi hermano. — Me suelta empujándome y casi me golpeo con el vidrio.

— No quiero que digas ni una puta palabra. — Asiento y una lágrima sale de mi ojo izquierdo.

Cuando llegamos al motel de siempre en el pasillo me toma de nuevo del cabello haciéndome caminar más rápido. Está muy enojado y ni siquiera entiendo por qué, pero me da algo de miedo.

— ¡Quiero que me digas quién es ese cabrón! — Me empuja haciéndome caer el piso. Me da mucho miedo de hecho, el corazón me late con mucha fuerza.

— Es mi hermano. — Le repito con la voz entrecortada.

— No me mientas estúpida. — Me hace ponerme de pie tomándome del cabello.

— Es que no te estoy mintiendo, te juró que es mi hermano.

— Si, tú hermano. — Dice con sarcasmo. — De seguro te lo estás follando, ¿Verdad? Como la puta zorra que eres.

— No me hables así. — Me da una fuerte bofetada.

— ¡Yo te hablo como se me dé la puta gana! Para eso eres mi novia. — Se me escapa un sollozo y me vuelve a tomar con brusquedad del cabello. — No llores estúpida, primero andas de puta y luego lloras.

— Es mi hermano. — Suelta una carcajada.

— Si quieres ser una puta pues te voy a tratar como una. — El corazón se me acelera.

— ¡Oliver, no! — Grito cuando me lanza a la cama y me da otra bofetada.

— ¡Qué no me digas Oliver! Aparte de puta también eres idiota.

— ¡No! — Me quita la blusa y el sostén rápidamente. — Por favor, no me hagas esto. — Sollozo y también me quita los jeans.

— Ni siquiera quiero follarme a una puta. — Solo tengo las bragas puestas. — Pídeme perdón de rodillas. — Mi labio inferior tiembla. — De rodillas o voy a tomar lo que es mío.

Me bajo de la cama y me arrodillo frente a él lentamente con los ojos cerrados cubriéndome los pechos.

— Perdóname mi amor. — Me obliga a mirarlo.

— No cierres los ojos y no te cubras. — Me quita las manos de los pechos. — Pídeme perdón.

— Perdóname mi amor. — La voz me tiembla.

AITANA. (Imperio #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora