IMPERIO 38.

194 14 0
                                    

Ya tengo seis meses de embarazo y este bebito no quiere dejarme ver si es un niño o una niña. Pero la verdad eso es lo menos importante, está muy bien y eso es lo más importante. Si es una niña o un niño lo voy a amar exactamente igual. El impaciente es Adriano, no yo. Creo que ya se quedó sin uñas.

— Señores Ivanova, el juez ya fijo fecha para el juicio. — Comienza Cecilia y bajo la mirada.

— ¿Cuándo? — Mamá me pasa el brazo por los hombros.

Sé que ella también está cansada, aunque tiene poco menos de embarazo que yo espera dos bebés y sé que debe ser el doble de cansado, puedo verlo en su mirada, pero nunca me dice nada.

— En dos semanas. — Aprieto los labios para no llorar.

— Voy a tener que testificar, ¿Verdad? — Asiente y papá me toma de las manos.

— Vas a estar bien mi amor, solo tienes que decir lo que ya has dicho otras veces. — Asiento.

Respiro profundo y me repito lo mismo que me he repetido los últimos meses Oliver no me va a hacer más daño, no voy a dejar que lo siga haciendo.

Pongo atención a todo lo que me dicen y comienzan con lo que probablemente vaya a usar la defensa para demostrar que Oliver es inocente. La policía ya comienza a tener pruebas sobre la trata de personas y por eso aceleraron la fecha del juicio. La fecha inicial sería en dos meses.

La verdad ya nada de lo que me digan de Oliver me sorprende, esta vez me da asco porque es parte de algo terrible, del secuestro de muchas mujeres que fueron separadas de su familia para hacer algo aún peor.

— Tranquila gordita, todo va a estar bien y esto va a terminar rápido. — Adriano me abraza y como siempre me siento bien cuando estoy con él.

— ¿Y si lo declaran inocente? — Me tiembla el labio inferior.

— ¿Crees que tus papás van a dejar que eso pase? — Niego.

Se queda conmigo un par de horas hasta que me calmó y luego bajamos a cenar. Sé que debo estar tranquila por mi bebito, pero me cuesta mucho y me da mucho miedo volver a verlo, han pasado meses desde la última vez que lo vi y quería matar a mi bebito golpeándome.

En todo este tiempo no he dejado de ir a terapia y me sigue ayudando mucho, además de la terapia familiar que nos ha dado mucha paz a todos. De nuevo me siento yo y soy feliz esperando a mi bebito. No quiero que Oliver ni nadie más arruine todo lo que he logrado.

● ● ●

A la semana siguiente Adriano y Lexie me acompañan a mi cita con mi tía Régine cruzando los dedos para que esta vez sí pueda saber si es un niño o una niña. He estado pensando algunos nombres mientras hablo con él como cada noche, le sigue gustando escuchar mi voz.

— Subiste de peso. — Me dice mi tía y hago una mueca mientras Adriano me ayuda a sentarme.

— Es que me canso mucho y en cuanto llego del colegio lo que hago es recostarme. — Mueve la mano restándole importancia.

— Es normal que subas de peso pues estás embarazada, mientras no sea excesivo no hay problema.

Me hace algunas preguntas y me receta unas vitaminas, por mi edad sé que mi embarazo es aún más complicado. Comienza a hacerme la ecografía y por primera vez desde que conozco a Lexie lleva media hora sin hablar solo poniendo atención. Eso ni siquiera en clases lo veo.

— Vamos a hacerte una ecografía 4D. — Asiento. Comenzamos a ver a mi bebito que tiene la manita en la boca y los ojos se me llenan de lágrimas. Es precioso.

AITANA. (Imperio #2)Where stories live. Discover now