IMPERIO 20.

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Cuando Oliver pasa por mí al centro comercial me da un suave beso acariciando mi mejilla y de nuevo vuelvo a sonreír.

— Me encanta cuando sonríes hermosa. — Me da un beso en la nariz.

— Te amo. — Roza nuestras narices y sonríe.

Conduce mientras nuestras manos están entrelazadas apoyadas en mi regazo. En cada semáforo en rojo me da un beso o en los altos un rápido beso en la mejilla que me hacen sonreír y sonrojarme. Esta vez no vamos al motel, vamos a un hotel bastante bonito, no es cinco estrellas, pero es muy lindo. En recepción le entregan una llave y subimos al piso cuatro. Cuando Oliver abre la puerta y veo la habitación los ojos se me llenan de lágrimas.

— Sé que soy un idiota la mayor parte del tiempo, pero no sé cómo tratarte y siempre termino equivocándome y haciendo que llores. — Baja la mirada cuando me giro a él. — Aitana, eres la única mujer que de verdad he amado y me siento como un idiota cada vez que te hago llorar, pero no sé ser un buen novio y siento que no soy el hombre que tú te mereces. Tenemos vidas muy distintas y de verdad es muy difícil querer darte algo a lo que estas acostumbrada, pues yo no puedo dártelo.

— Yo te amo. — Acaricio su cabello y suspira. — No me interesa si tienes mucho dinero o no.

— Sé que esto debe ser poco para ti, pero de verdad me esforcé para poder pagarlo. Te mereces mucho más, sé que estás acostumbrada a vivir en una enorme mansión y tener todo lo que... — Lo abrazo y deja de hablar dándome un beso en la cabeza.

— Es que yo no necesito nada más, esto es hermoso. Lo único que necesito es tenerte a ti. — Me separó de él para ver la habitación por completo, en la cama hay un corazón formado con pétalos de rosas, velas, en varios puntos de la habitación hay pequeños ramos de rosas e incluso globos en forma de corazón. Oliver apaga la luz y solo se queda iluminado por la luz de las velas.

— Quizá esto es lo que querías para la primera vez que estuvimos juntos y no te imaginas lo mucho que me arrepiento de no haberlo hecho y sobre todo de haberte lastimado como lo hice. Si me dejas voy a compensarlo hoy. Aitana, yo te amo. — Un par de lágrimas caen por mis mejillas y las limpia. — No llores hermosa sé que es poco, pero...

— Pero es todo lo que necesito si te tengo a ti. — Pega su frente a la mía con un suspiro.

— Perdóname, sé que he hecho las cosas mal. Solo te pido que me tengas paciencia. — Sin dudarlo asiento y me da un beso en la frente. — Déjame hacerte el amor, déjame hacer todo lo que debí haber hecho esa primera vez, déjame demostrarte que eres lo más importante para mí.

Me quita la ropa muy despacio en medio de la luz de las velas. Besa mi cuello, acaricia mi abdomen y mis brazos cuando me quita el sostén. Por primera vez me deja quitarle la ropa y es la mejor sensación del mundo. Cuando solo llevo puestas las bragas me siento en la orilla de la cama para desabrochar su pantalón y quitárselo. Él también queda solo en bóxer e intenta hacer que me recueste, pero se lo impido.

— ¿Qué pasa? — Frunce el ceño y cuando se incorpora bajo su bóxer. — Oh hermosa, no tienes que hacerlo. — Asiento.

— Quiero hacerlo. — Me muerdo el labio inferior y asiente haciendo a un lado su bóxer.

Esta vez sin lágrimas en los ojos o sintiendo asco me llevo su pene a mi boca y veo cuando cierra los ojos. Por primera vez en meses lo disfruto y me gustó ver las expresiones de su rostro o cuando llevaba su mano a mi cabello, pero sin tirar de una manera brusca de él. Incluso me gustó sentir su semen inundando mi boca. Fue una sensación diferente que me tomo por sorpresa, pero me agrado.

AITANA. (Imperio #2)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang