IMPERIO 49.

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Adriano y yo hablamos durante un par de horas sobre lo que quiero hacer. De verdad no está de acuerdo y a mí me da mucho miedo volver a ver a Oliver después de casi cinco años, pero necesito intentarlo.

Me repite que no me va a dejar sola y la verdad es que jamás me paso por la mente hacerlo yo sola, de hecho, le iba a pedir que me acompañara sí o sí.

Llegamos a mi casa a la hora en que mis papás regresan de trabajar y Marcus inmediatamente se va con las gemelas que estaban con Dannia y mi abuela Ágata, él no quiso ir pues quería estar con los papás de Adriano que lo aman profundamente, cada vez que lo ven Mildred se derrite por él. Pero no la puedo culpar. Es mi bebé.

—¿Y bien? — Papá alza una ceja sentándose en su sillón detrás de su escritorio, mientras mamá y yo lo hacemos frente a él. Adriano apoya sus manos en mis hombros. — ¿De qué quieren hablar? — Trago saliva sin saber por dónde comenzar. Sé que no le va a gustar. — ¿Estás embarazada? — Suelto una carcajada incómoda.

Si tan solo él supiera que ni siquiera podemos tener relaciones como una pareja normal no haría esa pregunta.

—Mi amor, ¿Estás bien? — Mamá me mira fijamente.

—Quiero ver a Oliver en prisión. — Mamá abre la boca sorprendida y papá aprieta la mandíbula.

—Aitana, eso es una locura. No voy a permitir que vuelvas a tener un ataque de pánico como el día del juicio. — Bajo la mirada y Adriano me acaricia los hombros.

—Mi amor, ha pasado demasiado tiempo, tú ya estás bien, ¿Para qué quieres volver a verlo?

—No me importa para qué, no lo vas a ver y punto. — Suspiro. Sabía que papá se iba a poner así. Lo conozco.

—Lo necesito. Tengo que cerrar ese libro en mi vida, necesito comenzar una historia nueva. Ya no quiero ser una víctima más de Oliver, solo quiero ser Aitana, la mamá de Marcus, la novia de Adriano. — Me da un beso en la cabeza y sonrió.

—No lo hará sola.

—No estoy de acuerdo Aitana, no lo vas a hacer. — Suspiro y no puedo creer que vaya a decir esto.

—Papi, te amo, pero en esta ocasión no te estoy pidiendo permiso. Ya tomé una decisión y es lo que voy a hacer, te guste o no. — Aprieta la mandíbula.

—Mi amor, Aitana tiene razón, es mejor que termine con esa etapa.

Por supuesto que eso no convence a papá y yo sabía que esto iba a ser así, pero la verdad no quiero hacerlo sin que no esté de acuerdo. Todo será más fácil con él. Aunque nos diga aquí que esté de acuerdo sé que no lo estará y la idea jamás le va a gustar.

—Bien, pero lo que le pase a mi hija será tu responsabilidad. — Señala a Adriano y resoplo. — Tú no vas hacer nada, yo me voy a encargar de todos los trámites, y sobra decir que el careo será con un vidrio blindado de por medio. Lo vas a ver, lo vas a escuchar, pero no va a estar como tal frente de ti, no voy a permitir que se atreva a ponerte una mano encima.

—Voy a estar bien, estaré completamente bien después de que lo vea. Te amo. — Su mirada se suaviza y me da un beso en la frente cuando lo abrazo.

Necesito dejarlo atrás y de ser una víctima más, demostrarles a todos, pero sobre todo a mí misma que Oliver no me hizo el daño que pretendía. Sí, me lastimo, me dejo vacía, mal y como si no fuera yo, pero logre salir de todo eso. Marcus fue lo más hermoso que todo ese infierno me dejo, y si tuviera que pasar de nuevo por todo eso con tal de tener a mi bebé conmigo lo haría solo para volver a tenerlo en mis brazos por primera vez.

AITANA. (Imperio #2)Where stories live. Discover now