Capítulo 8

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AL BORDE DE LA DESESPERACIÓN
|Leonardo Pereira|

 
Me levanté a las cinco de la mañana para salir a correr por un cuarto de hora a los alrededores de mi hogar. Al regresar a mi lujoso departamento tomé una refrescante ducha para después alistarme e ir a trabajar. Me encontraba de camino a mi oficina cuando de pronto y por alguna extraña e inexplicable razón, me pare frente a su escritorio y la miré detalladamente.

Aún seguía molesto por el incidente de la conferencia a causa de su error en cuanto a los análisis se refiere, pero de cierta manera y ahora que lo pensaba un poco mejor... En realidad no había sido tan malo.

—¿Pasa algo, señor?... —preguntó sorprendida y seguramente se debía a qué yo estaba parado frente a ella sin una razón aparente.

—Hoy tendré una invitada —le informé —Su nombre es Alicia Fisher. Me avisa cuando llegué antes de hacerla pasar.

—Si, señor.

Entré a mi oficina y tomé asiento para poder comenzar a resolver todos mis pendientes. Toda la información que la señorita Sara me había dado en cuanto a la propuesta de Beautiful Style, me fue de suma ayuda. Yo deduje en un segundo que esa compañía no sería un buen foco de inversión, pero ella me dio las bases.

—Señor... La señorita Alicia está esperando fuera. — dijo llamando a mi puerta.

—Hágale pasar y que nadie nos moleste.

—Entendido.

En cuanto salió la rara de mi secretaria, entró una mujer que estaba para comerse. De piernas largas, morena con sus espectaculares ojos verde agua que resaltaban más por su hermoso tono de piel.

—Tanto tiempo, guapo.

Se acercó hasta mi y con un sutil beso en la mejilla que seguro deseaba darlo en otra parte, me saludó.

— El placer es mío, preciosa —puse mi mano casi al finalizar su espalda.

Quisiera hacer de todo menos trabajar.

— ¿Y bien? — pregunté recobrando la compostura —¿Para que querías verme?

Regresé a mi lugar y me acomodé sobre el respaldo de la silla, entrelazando los dedos sobre mi regazo en espera a que Alicia me diera el motivo de su visita.

—Te tengo una propuesta de negocios, mi querido Leo — respondió cruzándose de piernas.

Gran manera de empezar a convencerme.

—Soy todo oídos.

Ahora me crucé de piernas.

—Sacamos una nueva fórmula para combatir las arrugas y ojeras a nivel cirugía, pero sin cirugía.

—No quiero fórmulas, quiero productos finalizados. Las fórmulas las hago aquí, en mi empresa cada jodido día.

—Lo sé, querido —respondió — Será propuesto a través de una crema. ¡Efecto Botox!

—Ese tipo de producto ya está en el mercado y es una total mierda.

—Tranquilo, amor — se defendió — Este será diferente. No es permanente, pero el efecto es inmediato. Si nos ubicamos en plazas y logramos que las mujeres lo prueben, estoy segura de que les encantará.

LA CHICA DESASTRE ©° Where stories live. Discover now