LA CHICA DESASTRE ©°

Capítulo 43

FUE POR AMOR
|Sara Stone|

Me metí a la ducha para refrescarme un poco y simplemente pensar... Pensar en él y en sus heridas. Me dolía el corazón saber que estaba sufriendo y el como se culpaba de algo que no había sido culpa suya. Quería ayudarlo, pero simplemente no sabía como hacerlo.

—Últimamente llegas muy tarde a casa — comentó Julieta al coincidir con ella en la cocina. — Sin decir que hay noches que ni llegas.

—Hemos tenido mucho trabajo por hacer.

— Y, ¿es por ello qué usas faldas más cortas y blusas mas pegadas?

— Solo quiero verme mas presentable. — respondí — Y no son tan cortas, apenas y rozan mis rodillas.

— ¿Y qué hay de la sonrisa de tu rostro? Porque déjame decirte que esa sonrisa me resulta muy... Pero muy familiar.

— Estas imaginando cosas.

— Bueno, pues con semejante jefe, ¿Cómo no vas a querer verte de esa manera?

— Cuidado con lo que dices.— la fulminé con la mirada.

— Parece que tengo razón.

La ignoré, no pensaba darle el lujo de mostrar debilidad ante ella. Ya no más.

Llegué al trabajo media hora antes y cuando toqué mi escritorio, Carmen ya estaba allí esperándome.

— La señorita Amelia quiere verte—me informó.

Llevaba evitándola todo este tiempo con la excusa de que tenía mucho trabajo, ya que el proyecto de los Alemanes había sido aprobado, y únicamente manteníamos conversaciones por mensaje. No podía ni siquiera mirarla a la cara.

Suspiré, nerviosa y le dije a Carmen que en un momento estaría allí. Me tomó diez minutos agarrar el valor suficiente y con culpa y, con cierta tristeza, fui directo a su despacho.

— ¿Pidió verme?— pregunté con sigilo.

Ella se encontraba mirando por la ventana.

—Así es. —respondió — Últimamente estas muy escurridiza. Demasiado para mi gusto y para nuestro acuerdo.

—He tenido mucho trabajo.

Si, tirándome a su ex. ¡Mierda!

—¿Cómo va todo con Leonardo? — se sentó en su escritorio y me miró fijamente — No me has contado mucho sobre el viaje y te lo dejé pasar dado el problema de la presentación y dejando de lado que has tenido mucho trabajo.

«Pues... Básicamente terminé follando con él, pero no fue nada serio. ¡Solo fue una de las mejores noches de sexo interminable que tuve jamás!», quería escupir. Y de paso ser abofeteada por ella.

— No... No paso nada relevante. Solo lo que le conté en el mensaje —titubeé — Si era todo, yo ya debo irme. Pues como dije, tengo mucho trabajo que hacer.

— Ana, — me frenó cuando estaba por marcharme —¿Hay algo qué no me estás contando?

Tragué y duro.