Capítulo 57

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 SIN PREVIO AVISO
|Sara Stone|

 
No había podido mantener los pies en mi lugar y a pesar de querer correr y abrazarlo, mi reacción fue tan distinta a lo que mi corazón dictaba.

Sus ojos se agrandaron en cuanto vio mi abultado vientre y entonces su rostro comenzó a palidecer. Abrió y cerró la boca varias veces como si quisiera decir algo, buscando las palabras adecuadas que no lograba encontrar. Sin embargo, no parecía sorprendido, si no más bien aturdido y eso me enfureció. Tanto que no pude evitar reaccionar a lo salvaje.

— ¡Suéltame! — gruñí.

No sabía como lo había hecho exactamente, pero tomé vuelo y le solté semejante golpe entre sus piernas poniéndolo de rodillas, consiguiendo así, que me soltara.

— Joder...— masculló.

Salí del elevador dejándolo dentro, pero al dar únicamente tres pasos lo escuché gritar mi nombre. Logró frenarme por completo, y esta vez si que sonaba realmente furioso. Vi como se ponía de pie, pero justo en eso las puertas del elevador se cerraron permitiéndome escapar. No lo dudé y me fui directo a casa donde no tardé demasiado en llegar y con la respiración hasta los cielos me dejé caer. Me sentía perdida y sorprendida por lo que acababa de pasar.

«Mierda»

Comencé a limpiar todo con desesperación para ver si así conseguía calmar los nervios y las terribles náuseas de la impresión. Dios, verlo me dejó completamente sin sentidos. Una vez que terminé de ordenar todo me recosté sobre el sofá, pero en eso mi móvil comenzó a sonar. Contesté de inmediato al ver que se trataba de Julieta.

—: Hola... — me saludó un tanto avergonzada y eso me pareció muy extraño.

—: ¿Algo va mal?

—: No, ¿por qué algo iría mal?

—: Porque suenas súper rara.

—: ¿Rara? Puff... — guardó silencio un par de segundos  — Pues hay algo que quiero decirte, bueno verás... Lo estuve pensando mucho toda la noche y llegué a la conclusión de que es mejor decírtelo.

—: Julieta, ¿qué pasa? Me estas asustando.

—: ¡Tu jefe vino anoche y mamá le dijo que estas bien embarazada! — soltó de sopetón.

—:¡¿Qué?! — exclamé dando un salto por la sorpresa.

—:Pensaba no decirte y dejar que él solo te encontrara.

—: Debiste decirme inmediatamente. — gruñí.

—: Vale, pues en primera debiste avisarme. Que yo pensé qué se trataba de un compañero de trabajo, no de tu jefe. ¡Que es que da miedo, joder!

Escuché que llamaron a la puerta y la abrí de golpe mientras hablaba con Julieta, furiosa, pero al ver aquel ceño fruncido la cerré de sopetón.

— : ¿Cómo es qué te involucraste con un hombre tan distinto a ti? — prosiguió.

— : Si, bueno, veras... ¡Es muy bueno en el sexo. Tanto que me dejo embarazada al poco tiempo! — Le colgué.

No pude evitar molestarme también con Esteban por decirle sobre mi paradero, ya que era obvio que estaba detrás de todo esto.

— ¡Sara abre la maldita puerta! — vociferó. — ¡Con un carajo, mujer!

Lo hice, muy a regañadientes, pues ya no tenía a donde más huir. Me encontré con su ceño muy marcado y su respiración muy agitada. Estaba despeinado y su traje era un total desastre.

LA CHICA DESASTRE ©° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora