PARTE II

17.4K 1.7K 131
                                    

INDESCENTE
|Sara Stone|

 
La noche parecía prometer, el cielo estaba totalmente despejado únicamente siendo cubierto por estrellas que brillaban ante la inmensa oscuridad. Algo perfecto. ¿Por qué simplemente no podía disfrutarlo?

Salí corriendo del trabajo después de lo sucedido y desde ese momento no había podido dejar de pensar en aquel beso y de cómo tocaba mi cuerpo mientras me devoraba la boca. ¿Ahora que proseguía? No podíamos dejar el asunto impune, debíamos dejar en claro el porqué de dicho suceso.

—Te ves muy hermosa — me elogió, sacándome de mi trance.

Y eso que en cuanto llegué a casa, saqué lo primero que vi en el closet y me lo coloqué encima.

—Gracias, tu también te ves muy bien.

Caminé tomada de su brazo hacia el salón de baile como habíamos prometido. Esteban era un caballero inigualable y eso me hacía olvidar por ratos lo mujeriego que podía llegar a ser.

Tomamos un par de tragos mientras platicábamos de diversas situaciones de la compañía para después pasar al tema que aún no había sesgado por completo.

Su romance con dos prominentes rubias cuyos padres eran una fuerte influencia para Innate Beauty.

—Mónica parece estar hartándose de la situación — me comentó — La otra noche la celé porque asistió con su hermano a un partido de Básquet Ball.

—¡No te lo creo! — dije divertida.

—Así fue — afirmó — Otra escena más de celos y seguro me bota.

—¿Y que pasó con Fernanda?

—Ella parece disfrutar de mi atención. Necesito buscar otra manera de alejarla.

—Ya pensaré en algo — lo tomé de la mano — Vamos a bailar.

En la pista de baile nos movimos al ritmo de la música que  se estaba tocando. Lentas, rápidas e intermedias. Bailamos de todo. Charlábamos, reíamos y nos gritábamos al oído cuando uno de los dos se equivocaba en algún paso, o él, cuando yo lo llegaba a pisar en ocasiones. Una noche para olvidarnos de todo, una noche para olvidarme de él y de lo recién sucedido.

—¡Wo, tranquilo! — exclamé con sorpresa alejándome de Esteban cuando claramente su intención era besarme.

—¿Pasa algo malo? — preguntó desconcertado.

—Pues que ibas a besarme. Eso pasa.

—Y.

—¿Y?

—Sara, te invité a salir porque me interesas. ¿No es obvio?

—No, no lo es — respondí a la defensiva — La vez pasada me dejaste muy en claro que era en plan amigos.

—Pues ya comprobé que las amistades entre hombres y mujeres no son posibles.

—Claro que sí lo son — añadí convencida de lo que decía —Yo tengo varios amigos hombres.

—Cuyos amigos seguro quieren follarte en secreto.

Esperaba y él no quisiera hacer eso conmigo, no cuando yo estaba súper colada por mi jefe, que venia siendo su mejor amigo.

Sería un gran problema.

—Vale, olvida esto — dije ignorando su comentario tan fuera de lugar — Y sigamos con el baile, ¿te parece?

—¿Me estás mandando a la zona del amigo? —preguntó divertido.

—¡Bingo! — chasqué los dedos en afirmación.

LA CHICA DESASTRE ©° Donde viven las historias. Descúbrelo ahora