Capítulo 10

471 53 1
                                    

Y cuando todo terminó, el mundo rigió con Arcanine dinamaxizado.

Nos levantamos con la victoria gracias a Gyarados y Arcanine, aun no mostraba a todo mi equipo y eso era lo importante, no mostrar mis cartas para la siguiente ronda.

Salimos del estadio, para mi sorpresa todos gritaban mi nombre, aunque no era campeona era emocionante ver a todos emocionados por mi culpa.

Aunque quería llegar a darme un largo baño aun tenía que terminar algunas cosas.

Riolu salto de los brazos de Lionel para colocarse frente a mí en posición de ataque, Arcanine atacó con firmeza, sin darle cuartel, ambos eran muy rápidos, Riolu dio varios ataques pero Arcanine nunca se amedrento al contrario se volvía más fuerte, y tras un excavar salió victorioso.

A pesar del que Riolu quiso continuar no pudo.

—¿Por qué no lo atrapas? —preguntó Lionel viéndome dudar—, es fuerte y con él en tu equipo llegaras lejos.

Solté un suspiro resignada, Lionel tenía buen ojo para los pokémon y de cierto modo también para las personas, aunque se pedía con frecuencia.

Terminé con una captura exitosa, cuando saqué a Riolu busco directamente a Arcanine, ahora eran compañeros de equipo, era bueno saber que se llevaban bien.

—Bueno ahora nos toca a nosotros hablar.

Me encogí en mi lugar, Roy y Lionel me arrastraron hasta un mural, era la atracción del pueblo, se quedaron callados durante unos minutos, una eternidad para mí.

—Es la tercera vez que nos dejas —hablo Roy con voz tranquila—, entendemos los motivos, sin embargo...

—Fue cruel de tu parte, aunque también fue egoísta del nuestro por creer que no somos rivales.

Teníamos sentimientos encontrados, supongo que si nuestro viaje no tuviera la misma meta sería más fácil.

—Sonia nos dijo que te preguntáramos que querías realmente —los ojos de Lionel se fijaron en mi—, al igual que nos preguntó, qué queríamos nosotros.

Guarde silencio esperando su respuesta, no sabía en realidad que quería yo.

—Quiero quedarme contigo.

La voz de Roy rugió junto con sus ojos azules brillantes, mi corazón se agitó ante sus palabras.

La mirada de Lionel se ensombreció por segundos para voltear verme.

—Me quedaré a tu lado, el tiempo que necesites o quieras —sus ojos dorados brillaron bajo la luz del atardecer —. Quédate a nuestro lado también.

Estaba sorprendida, nadie había hablado con tanta firmeza como ellos, pero una parte en mi sabía que no hablaban solo como compañeros de viaje, algo en sus ojos me decía que se mantendrían a mi lado, si yo así lo decidía.

—Durante todo este tiempo los vi avanzar sin titubear, eso me hizo caer en frustración —me recargue en el barandal contemplando el atardecer—, pero alguien me dijo que no tenía que avanzar sola, y que tengo buenos amigos.

Sonreí mientras me encogía de hombros volteando hacia ellos.

—Creo entender ahora porque dijo eso —vi como ambos se acercaban sin duda —. En alguna parte de su extraño corazón me aprecian y aman, sé que no pueden vivir sin mí.

Lo hice sonar egocéntricamente a propósito pero Roy me tomó por los hombros.

—Si te terminamos amando ya te digo yo, que no será por tu excelente labia.

Alcé una ceja indignada, pero le sonreí, le extendí una mano a Lionel quien esperaba mi respuesta.

Él la tomó, con su mano enguantada y la mía, no pude sentir su calidez pero sentí como mi corazón se agitaba y era extrañamente feliz.

—Quedemos juntos, cuánto tiempo decidan sus corazones —tomé a ambos por los brazos entrelazándolos con los míos—. Hasta donde el destino nos lleve.

—Por el momento a que tomes un buen baño —Roy mostró una sonrisa juguetona.

—Deberías descansar, llevas días sin dormir, pero esta vez no podrás correr de nosotros.

Lionel sonrió ampliamente, sabía decir palabras que podían llegar a los demás, reí más relajada.

Bueno al menos estaba a la altura de ellos dos por el momento.

La Corona Olvidada Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang