Capítulo 26

359 42 0
                                    

Estaba sola en los vestidores, pedí que nadie pasara, había llorado por cinco minutos mis ojos estaban hinchados y ardían.

—¡Déjenme pasar!

La puerta se abrió dejando pasar a Roy furioso.

—¡Eres una idiota!

Su grito lleno el lugar vacío resonando fuertemente, se colocó frente a mí cruzando sus brazos, sus ojos azules estaban furiosos.

—Sí, lo soy... —de mi garganta apenas pudieron salir palabra alguna.

—Estoy hablando enserio, ¿por qué hiciste eso?

Hubo un gran silencio antes de que siquiera supiera qué contestar.

—Porque me iré de la región, ser campeón implica quedarse en un solo lugar, no quiero eso.

Intenté sonreír pero no pude solo encogí mis hombros resignada.

—¿Y es por eso que mandaste todo al demonio? —Roy estaba furioso pero estaba segura que no era conmigo sino con el sistema de la liga—. No eres una heroína por decir lindas palabras allá afuera.

—No soy ninguna héroe, tienes razón, solo soy yo... Una chica de diez años que quiere viajar por el mundo —me levanté acercándome a él— y seguramente tú seas el próximo líder de gimnasio Artejo, Roy, Lionel te necesita, deben acabar con esto desde adentro.

Sus ojos azules me veían tristes, quería desviar la mirada pero no pude.

—¿Crees que lo lograremos? —preguntó dudoso.

—No por ahora.

Una voz nos hizo voltear a ambos, el líder de dragón entró.

—Pero mientras se hacen fuertes, aprendan el funcionamiento, como se maneja, solo así podrán lograr hacer un cambio.

Su mirada tranquila se posó en Roy para pasar a mí.

—Necesitamos hablar.

Me cambié y lo seguí, Naboru y Madam Sally estaban con los chicos y Lionel al fondo aun con el uniforme.

—¿Que sucede? —pregunté extrañada.

—Hay alguien que quiere verte.

Todos caminamos en silencio por un largo y oscuro pasillo al final estaba iluminado con grandes luces.

Frete a la puerta estaba el campeón.

—¡Bienvenidos al Salón de la Fama!

Volteé a verlos extrañada y sorprendida.

—¿Por qué nos trajeron aquí?

—Eres una campeona ¿no? —comentó Sally tranquilamente—. Es lo menos que podemos hacer en forma de disculpa por nuestra falta.

—No, ustedes hicieron mucho por nosotros —dije apenada.

—Será mejor que entremos —animó el campeón—. Lionel y tú ganaron la copa.

Lionel sostuvo mi mano y por fin me miro, sus ojos brillaban pero poseían culpa en ellos, sostuve su mano segura y entonces entramos solo los tres.

Era una sala muy iluminada con una gran máquina de fondo.

Admiramos el lugar, trofeos con nombres de entrenadores, fotos y nombres de pokémon registrados en una gran pared.

—Te reconozco como legítima campeona de Galar —habló solemne el Campeón—. Coloca tu equipo pokémon y registra tu nombre.

Dude por unos segundos y mire a Lionel sonriendo solo para mí.

—Raven y los demás se esforzaron para llegar lejos, deja un momento de gloria para ellos también.

Tras sus palabras gire y los coloque, cada uno brillo, no era oficialmente pero al menos mi equipo sería recordado como campeones de Galar.

Sequé mis lágrimas y sonreí.

Mi nombre apareció en grande en la pantalla junto a todo mi equipo pokémon.

Era oficialmente campeona Galar.

La Corona Olvidada Where stories live. Discover now