Capítulo 21

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—Puedo intentar ver como la tensión los consume.

El comentario de Nerio estaba tan fuera de lugar, estábamos sentados en la sala de espera del hotel, en realidad solo me quedé para hacer tiempo, usaría el monorraíl para llegar al estadio.

—Por primera vez me pregunto, ¿qué demonios sigues haciendo aquí? —pregunté un poco molesta por su presencia.

—Cosas.

—Arg... —me quejé ante su respuesta tan simple, hasta que me gire a verlo con una idea.

—Esperas a tu hermana —sonreí satisfecha.

—Sí —contestó sin problema—, a diferencia tuya que solo estás perdiendo el tiempo.

Sabía cómo fastidiar a otros sin necesidad de intentarlo.

El sonido del elevador sonó, no me preocupaba en realidad, todos se fueron temprano, menos Percy.

—¡Oh! —corrió a nosotros al vernos—, me alegro no ser el último.

Su risa nerviosa pareció aliviarse, me paré llegando a su lado.

—Compañero, conquistemos el estadio —dije mientras pasaba un brazo sobre su hombro y con la otra fingía hacer un panorama.

—Que Lionel nos salve...

Le saque la lengua en respuesta para jalar al pecoso al monorraíl.

Llegamos en un par de minutos.

La gente estallaba en gritos y ruido, el estadio era inmenso y hermoso.

—¡Miren! ¡Llegó la chica del viento!

—¿Ah? —me giré para ver caras conocidas, los playeros de la ruta nueve junto con otros de la ruta ocho, eran un montón de personas.

—¿Chica del viento? Pensé que te dirían que eras una matona.

—Tengo suficiente con ellos —me quejé mientras Roy llegaba a mi lado.

Fue un poco incómodo después del día anterior pero no podía tratarlo con frialdad—. ¿Y Percy?

—Corrió de ti en un descuido —contestó con simpleza mientras me tendía un agua.

—Venimos a apoyarte, chica del viento.

Uno de los playeros bajaron sus lentes de sol para juntarse unos cuantos más.

El grito de chicas se escuchaba a lo lejos, Nerio llegó con su hermana al estadio.

—No sabía que todos tenían club de fans —me quejé mientras escuchábamos el nombre de Roy entre la multitud.

—Me siento famoso.

Me comencé a reír hasta que un pequeño llegó con nosotros.

—Yo... ¿PUEDO TENER SUS AUTÓGRAFOS?

Estaba tan nervioso que grito callando la multitud.

—Por supuesto. —contesté mientras nos daba la revista en la que salimos.

Para el colmo lo abrió donde estaba la foto de los tres.

Firmé mi parte con un garabato que inventé en el momento, se la pase a Roy, a pesar que miro la imagen por unos segundos sonrió para firmar también.

El joven corrió hacia su madre.

—Supongo que nunca fui solo yo quien te miraba así.

Tras esas palabras me dejó sola en las escaleras.

Respire profundo, no era momento de distraerme con eso, había llegado tan lejos, solo esperaba no tener que competir de primeras con alguno de ellos.

Realicé el registro después de Percy, la última fui yo, y con esto nos mandaron a cambiar a todos.

El torneo de medallistas, todos los participantes competirán entre ellos para que solo uno se alzará con la oportunidad de pelear contra el campeón, si perdía ahora, todo había terminado.

Y entonces llegaron los anuncios:

1er, combate: Lionel V.S Sonia.

2do, combate: Roy V.S x.

3er, combate: Nerio V.S Percy.

El cuarto combate tendría que enfrentarme contra Cathy, sabía que su equipo era tipo agua, así que podía ganar con Gyarados por el tipo ataques que tenía, había usado con MT después del último combate con el líder de gimnasio dragón.

Si mi equipo poseía buenos movimientos entonces obtenía una oportunidad de ganar contra ella.

El Torneo de Medallistas, oficialmente dio inicio.

Los participantes estaban separados sin saber de los demás, estaba recostada en la banca escuchando los gritos de la gente.

La espera seria sería eterna.

Golisopod, Totapex y Drednaw, fueron la elección de Cathy cuando entramos en combate, en realidad, no tenía nada contra su equipo pero si mi Gyarados abría pasó, entonces el combate podía ganarlo.

La lluvia caía en mi cara, podía resistir solo un ataque más del tóxico, antes de que mi pokémon se retirara, no pude liberar la dinamización a diferencia de Cathy, así que solo grité:

—¡Hyperrayo!

Solo le baje la mitad de vida al Drednaw, antes de que sucumbiera ante su ataque.

Tenía dos pokémon más, lancé a Altaria a combate, y siendo solo un poco más rápida que ella pude paralizar con Dracoaliento, aun le quedaba un turno.

Altaria calló bajo su ataque y el resto sería de Raven, e iría a por todas.

Drednaw quedo paralizado y entonces yo hice Dinamax.

—¡Maxiciclón!

Con ese último ataque, el combate terminó.

Fue más difícil de lo creí, no por nada Chaty había llegado tan lejos, no por nada se podría volver una líder de gimnasio.

—Ganaste... —apenas pude escuchar la voz de Cahty sus ojos reflejaban tristeza genuina—. Tienes que ganar, ahora que me venciste, ni siquiera pude pasar a semifinales...

Esto último era más para ella que para mí, aun así aunque sus ojos estuvieran vidriosos, sonrió y me extendió la mano.

—Eres una gran entrenadora, me encantaría volver a pelear contra ti.

Asintió alegre y fue la primera en irse, apenas pase y estoy segura que comencé a temblar por miedo a no poder superar al siguiente contrincante.



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