Capítulo 13

472 41 0
                                    

Íbamos sobre Arcanine, como llegamos así nos fuimos, los chicos salieron en cuanto pudieron así que nosotros nos quedamos un día más a causa de la lesión de Lionel, aunque ya estaba bien podíamos tomarnos un día más.

Llegamos nuevamente al pueblo, caminamos el resto del camino, me la pase casi tomando fotos hasta que Roy me quito la cámara para que avanzáramos.

—Damelaaaaa... —iba literalmente colgada de su brazo fastidiándolo sin tener éxito—, prometo ya no distraernos tanto...

No le importaba llevarme cargando, me ignoraba.

—Lionel... —ahora tomé el brazo del chico peli morado quien sonría divertido por mi rabieta—, dile algo...

—Si dices intentar, no te la regresará.

Su forma de actuar volvió a ser la misma de siempre cuando volví a la normalidad después de hablar con Sonia, la única que sospechaba de la situación era Cathy.

Solté un bufido resignado pero no solté a Lionel, no se veía incómodo así que debía aprovechar.

Por fin llegamos a la ciudad Artejo, podíamos comprar ropa más abrigadora para nuestra siguiente parada.

Antes de irnos visitamos el mural de los héroes que ayudaron en la Negra Noche, lo que no esperaba era ver al señor Rose merodeando por la zona.

—Pero miren que agradable sorpresa —sonrió satisfecho—, los tres favoritos llegan justo a tiempo.

—¿Tres? —pregunté sin darme cuenta que lo hice en voz alta—, pensé que solo eran ellos dos.

—Por supuesto, ganaste muchos fans tras tu vuelo con Arcanine, ¿no leen las noticias?

No, más bien no tuvimos tiempo después de intentar ingresar al bosque y salir de él, la señal era mala en ese lugar.

Tras sus palabras todos sacamos nuestros Rotom para verificar sus palabras, era cierto, tomaron un video mientras Arcanine saltaba el acantilado y Riolu se unía a nuestra travesía, el video continúa hasta que llegó al estadio.

Nunca me di cuenta que había alguien por ahí pasando, ni menos gravando.

—Oh... —fueron mis únicas palabras para la surrealista situación.

—Te volviste una de las favoritas al ganar con tu Arcanine, me alegra saber que eres una entrenadora de palabra.

Mí mirada paso a su sonrisa satisfecha, pues me había negado a su petición de llevarme hasta el pueblo, solo pude sonreír avergonzada.

—Por cierto, podemos llevarlos a Pueblo Auriga —ofreció el señor Rose—, el líder del gimnasio Artejo vendría con nosotros.

Intente recordar su rostro, si no mal recordaba era joven pero era extrañamente su mirada siempre estaba seria y cuando sonreía parecía burlarse, aunque debía admitir que era guapo por su larga cabellera sujeta en una coleta.

Miré a mis compañeros, ambos parecían dudosos, hasta que una mano se coloco en mi hombro.

—Vengan con nosotros —la voz relajada del líder de gimnasio nos hizo voltear—, llegaremos en unas horas y no tendrán que hacer acrobacias con sus pokémon.

Había captado la indirecta, igual no pensaba en rechazarlo, no por mí sino por Lionel.

—Además el presidente Rose hará una pequeña reunión para celebrar el aniversario de la victoria del héroe de Galar, todos los participantes de todos los años van a la reunión.

—¿Por qué nos llevarían? —preguntó Roy mirando seriamente al líder.

—¿Por qué no? —respondió con otra pregunta—. ¿Vienes con nosotros, señorita?

Sus ojos eran hermosos, y su sonrisa despreocupada, asentí sin darme cuenta a lo que él sonrió satisfecho.

—Bueno su amiga llegará antes que ustedes o por el contrario, vamos todos juntos y se ahorran una ruta.

—Iremos —Soltó Lionel mientras se acercaba a mi lado—, pero no esperamos tratos especiales.

—Si ustedes nos llevan se levantaran muchas dudas sobre el favoritismo de la liga —añadió Roy serio.

—Solo por esta ocasión, nadie preguntara si decimos que fue a causa de la cena, solo para su asistencia.

El presidente Rose sonrió ampliamente, seguramente si él deseaba nada aparecería en las noticias.

—¿Vamos entonces? —una sonrisa pícara se posó en sus labios.

Nos recomendaron ir bien abrigados, así que me coloqué mi gorro y bufanda ocultando mi cara.

El presidente Rose entró primero al helicóptero, dude por unos segundos en entrar reconsiderando la oferta.

—¿Haz volado en un Corvinigth? —me preguntó el líder recargándose en la puerta del transporte.

—No.

—Piensa que es lo mismo, solo que sin tanto frío por las orejas —sonrió burlesco.

—Valep... —era un tipo raro pero amable, me extendió la mano para ayúdame a subir cuando Lionel la tomó y subió.

—Gracias, te ayudo —extendió su mano para que la tomará, sonreí mientras la tomaba e ingresaba.

—Buenos lugares —comentó Roy mientras se sentaba a un lado mío, sin dejar pasar al líder.

Era un helicóptero de lujo, tres asientos atrás y dos en la parte superior, me sorprendió que Olivia estuviera junto al piloto, agradecía que no fuera atrás con nosotros.

El viaje fue inesperadamente más corto de lo que pensé, en unos cuarenta minutos estábamos aterrizando en la parte superior de uno de los hoteles gemelos.

Roy bajo detrás del presidente Rose y de Lionel, estaba todo nevado y sentí el cambio de clima bastante malo.

Mis manos se enfriaron en segundos a causa de la nieve acumulada por el lugar.

—¡Ah! —mi pie resbaló al caer en la nieve, sentí como alguien tomó mi mano pero el líder de gimnasio me sostenía de los hombros evitando que cayera.

Sentí como era jalada hacia adelante soltándome del líder, choque contra el cuerpo de Roy quien pasó una mano por mis hombros protegiéndome.

Alcé la mirada extrañada pero lo único que vi fue un brillo de advertencia en sus ojos, su cuerpo se sintió más tenso, no pude articular palabra alguna.

—Nosotros la ayudamos.

Una sutil advertencia de que no tenía asuntos con nosotros.

Sólo pude tirar suavemente su chaqueta para que me mirara, sus ojos se suavizaron en segundos, me tomó de la mano, él estaba igual de frío.

Lionel se colocó junto a mí igual de serio.

—Están registrados en los cuartos de este hotel, adentro les darán las instrucciones.

Con esas últimas palabras nos separamos del presidente Rose.

La Corona Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora