Capítulo 24

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Dormí lo justo, porque la cabeza me daba mil vueltas en pensar una buena estrategia, sabía más o menos el tipo de equipo que tendría el campeón pero estaba muy nerviosa.

Salí a caminar por la gran ciudad, era igual de imponente que el primer día.

El frío de la ciudad me mantenía despejada, el sueño se había ido por completo.

Contemplé la gran noria a lo lejos, quería ir ahí después del combate.

Sin darme cuenta sonreí, estaba emocionada por haber llegado tan lejos, ganará o perdiera iba a ser el combate más increíble de mi vida.

Vi a lo lejos un Corviknight dorado volar por la ciudad, sentí que era una señal de buena suerte.

Era mi última oportunidad antes de irme de Galar.

Saqué a mi equipo en un parque solitario.

—¡Hoy daremos lo mejor de nosotros! —grité para ellos—¡Con una gran sonrisa al final!

Todos mis pokémon se lanzaron contra mí felices, sabía a que ellos me llevarían a la victoria.

El estadio estaba lleno, incluso creo que más que ayer.

Lionel y yo estábamos a la mitad del campo, iba a ser al azar quien iría primero.

—La moneda será lanzada al aire.

—Cruz —pedí sin miedo.

—Cara —dijo Lionel sonriendo.

La moneda fue lanzada al aire, respire profundo y escuché:

—¡Cruz!

Bien, sonreí por los nervios, volteé a ver a Lionel quien sonrió ampliamente.

—Te estaré animando en todo momento.

—Mírame arder.

Me coloque en posición, el campeón sonrió satisfecho.

—No pienso ponértelo fácil —anunció el Campeón sonriendo.

—No pienso perder.

Mi primer Pokémon sería Arcanine, y con un poco de suerte, él mandaría primero a su Scizor.

Y entonces, todo se acomodo como si el destino me ayudara, rugiendo que lo lograría, sin miedo.

—¡Comiencen!

Scizor no era rápido pero usaba sus ataques certeros, corríamos con ventaja, Arcanine corrió por el campo tras él, pero antes de que Scizor atacará, se escondió en la tierra saliendo bajo el con una gran llamarada dejándolo fuera de combate.

Su siguiente pokémon fue Carracosta, estaba en desventaja evidente, era turno de Lucario y quien nos conocía sabía que era igual de rápido que mi Arcanine.

No era hora de dudar, así que fuimos a por todas.

Hizo danza lluvia, era una desventaja para mí pero Lucario era más ágil.

—¡Terremoto!

El piso se sacudió con fuerza dejando fuera de combate a Carracosta.

Noivern fue el siguiente, Lucario podía luchar un poco más pero no llegarían sus ataques.

—¡Altaria!

Dragón contra dragón era una locura pero podía intentarlo, aun tenía a Sylveon de reserva.

Altaria voló tan alto como Noivern, su gracia era espectacular al esquivar, uso dos veces Dracoaliento hasta que lo paralice.

Noivern estaba cayendo en picada antes de que pudiera generar algún otro ataque grité.

—¡Fuerza lunar!

El público bullicio cuando Noivern fue derribado por un ataque tipo hada, ni siquiera yo sabía que podía obtenerlo de manera natural siendo tipo dragón.

Había llegado muy lejos, ahora solo quedaba un pokémon, el que para mí iba a terminar conmigo si no pensaba bien las cosas.

Si algo sabía es que los dragones eran fuertes hasta que aparecía un tipo hada, así que mantuve a Altaria en el campo y finalmente el campeón sacó a su Lapras Gigamaxizado.

Era hermoso, me ilusione ante la idea de poder conseguir uno con ese gigamax, regresando al combate tal vez no aguantaría más de dos golpes así que grité:

—Muy bien Altaria ¡Dracoaliento!

Si llegaba a paralizar podría entrar Lucario sin problemas, mis ánimos no llegaron tan alto cuando Gigamelodía hizo vibrar todo el estadio, durante cinco turnos no serían tan efectivos mis ataques, aun así Altaria voló contra el ataque dañando solo un poco a Lapras pero no paralizando.

El siguiente fue Maxihelada, estaba perdida, no tenía ningún pokémon que no recibiera el daño.

Cambie por el único pokémon que podría hacerle frente al menos quitar su barrera creada.

—¡Raven, sal y Dinamaxizate!

Pero hubo algo muy extraño, sus alas cambiaron y a su alrededor sus plumas parecían separarse y volar solas.

—¡Su Corvinaght se Gigamaxizo!

Estaba asombrada, sentí como me lloraban los ojos emocionada por el momento pero no había terminado, así aun no podía cantar victoria.

—Muy bien Raven, mostremos lo mejor de nosotras, ¡Gigahuracán!

Raven rugió haciendo que el escenario temblará, mi corazón latía al mil por hora, Lapras ahora uso Maxichorro.

Eso no detuvo el ataque de Raven, todo el granizo del terreno fue absorbido en una gran ráfaga de viento junto con el agua, el ataque lo recibió directamente y logró hacer crítico.

El Lapras perdió más de la mitad vida pero aún quedaba de pie.

Regreso a su forma original.

—¡Maximetal!

Los grandes picos surgieron del piso atacando directamente al Lapras dejándolo fuera de combate.

Raven regreso a su estado normal, corrí a abrazarla temblando de la emoción.

—¡Eres increíble! —grité emocionada.

—Debes darte crédito por tu gran equipo —sonrió el campeón dándome la mano.

Sonreí ampliamente, Raven grazno igual de feliz.

—¡Chica del viento!

Los gritos provenían de todo el estadio, volteé a ver a mis amigos, todos estaban sonrientes y gritando mi nombre, Lionel parecía emocionado y feliz.

—Me divertí peleando contigo, aun me espera otro gran combate.

Tras esas palabras solo corrí a la sala de espera donde Lionel me recibió con los brazos abiertos, me envolvieron ágilmente mientras girábamos.

—¡Ganaste! —gritó emocionado colocándome en el piso.

—¡No me lo creo! —dije igual de emocionada.

—Deberías —Las manos de Roy sujetaron mis mejillas y empezó moverlas suavemente—. ¡Felicidades por la victoria!

—¡Tenemos un problema! —gritó Cathy entrando al vestuario.

—¿Qué sucede? —preguntó Lionel viendo a los demás llegar agitados.

—Quieren cancelar tú pelea contra el campeón para que solo tengan una campeona —dijo Nerio tomando aire y muy serio—. Anularán tu turno como finalista del torneo.

Todos quedamos helados ante sus palabras.

La Corona Olvidada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora