Capítulo 33

346 41 0
                                    

No volví a ver a los chicos, supuse que se habían ido, pensé en tomar otro taxi para ir directa al siguiente pueblo pero tomé otra decisión.

—¿Qué te parece ir así Arcanine?

Iría corriendo por el simple deseo de sentirme más animada, seguramente tampoco encontraría a Lionel pero le prometí a Cathy que pasaría por su gimnasio.

Estire el cuerpo para relajarme, hacia una vida que no corría en lomos de Arcanine, a pesar de que siempre estaba ahí para luchar nunca corrimos como cuando éramos niños.

Estábamos al final de la ruta cuando Arcanine comenzó a gruñir, era muy raro ese comportamiento así que volteé lentamente notando a un joven de cabello blanco rizado.

—¿Ah? ¿Hola? —dije un poco extrañada.

Su mirada era tan profunda pero parecía estar enojado contra mí sin sentido alguno.

—Luchemos.

Fueron las únicas palabras que dijo, me iba a negar pero Arcanine dio un paso al frente.

—No me mal intérpretes, niño —intenté sonar lo más amable posible—, pero mis pokémon no están a un nivel de primer gimnasio.

—Lo sé, tu pokémon se nota con mucho poder, es por eso que quiero enfrentarte.

Me quede callada, parecía ser un chico arrogante, su gran chamarra rosa me recordaba a Madam Sally.

—De acuerdo, espero no te arrepientas.

—No lo pienso hacer.

Sacó a su Hatenna, era pequeña y bonita, Arcanine dio un paso al frente pero no parecía querer atacar.

Mi equipo estaba a nivel de Lionel, era ridícula la idea de una pelea, estaba en total desventaja el chico.

Arcanine contemplo al pokémon, era como si le dijera que retrocediera, pero en cambio Hatenna atacó, mi pokémon lo esquivo sin que yo diera indicación alguna.

Estaba actuando raro.

—¿No piensas tomarme en serio? —preguntó evidentemente ofendido.

—Supongo que eres uno de los retadores de este año, ¿cuál es tu nombre? —estaba curiosa, su forma de mirarme era odio pero al mismo tiempo era decisión en la pelea.

Arcanine esquivo otro ataque sin que le dijera nada.

—Berto, mi nombre es Berto, no necesito saber el tuyo, no me interesa.

Permanecí callada ante su fría mirada, no pude descubrir de dónde provenía esa arrogancia.

—Entiendo, ¿de verdad quieres luchar?

—Por eso te rete.

Solté un suspiro resignado y entonces Arcanine y yo nos pusimos en posición de ataque.

—¡Lanza llamas!

Arcanine rodeó a su contrincante en llamas altas para después ocultarse bajo tierra.

Berto estaba pensando en que hacer, no le daría tiempo.

—¡Excavar!

Hatenna terminó en las fauces de Arcanine debilitada.

—No sé de donde vengas pero entiendo tu deseo de querer hacerte fuerte —me acerqué a su pokémon con un revivir—. Sin embargo prioriza cuidar de los tuyos.

Su mirada parecía fulminarme pero simplemente le sonreí amablemente, seguramente en algún momento, encontraría su sentido de vida.

—Nos vemos, Berto.

La Corona Olvidada Where stories live. Discover now