Capítulo 37

319 33 0
                                    

—¡Llegamos!

Alcé los brazos emocionada, por fin se mostraba ante nosotros la muralla de la gran ciudad.

—¡Alto!

La voz de un hombre se escucho junto con un golpe seco en el piso.

—¡El líder de gimnasio Artejo! —anunció Víctor emocionado.

—¡Hola participante! —saludó tranquilamente acercándose a nosotros—. Antes de pasar debes mostrarme que pasaste todos los gimnasios anteriores.

Víctor sacó sus medallas mostrándolas.

—Lionel tiene buen ojo con los entrenadores —sonrió para ambos.

Me quedé callada esperando a que terminaran para poder ingresar a la ciudad, la verdad no me interesaba quedarme más tiempo en el área silvestre, queria un buen baño.

—Te reto a una batalla —dijo señalándome.

—¿Estás loco? —Pregunté sin medir mis palabras por instinto a como me llevaba con Roy—, ¿cómo podría enfrentarme a un líder de gimnasio?

Me encogí de hombros fingiendo ser débil.

—Oh, lo había olvidado, eres tan débil por supuesto que no tendrías opotunidad contra mí...

Sonreí con amargura, mi orgullo era más que sus palabras.

—Pero no podría negarme a una batalla con el líder de gimnasio, si él mismo la solicita —sonreí colocándome en posición—. Si quieres perder, no seré yo quien diga que no.

Roy sonrió ante mi respuesta, tomó una postura de ataque y lanzó a su Goodra.

Saqué a Raven, sin dudar.

La batalla fue reñida, los ataques de su Goodra alcanzaron varias veces a Raven logrando que retrocediera.

—¡Trueno! —rugió Roy.

—¡Esquiva y ala de acero!

Raven sobrevoló por el campo evitando el ataque para caer en picada extendiendo sus alas para convertirlas en ataque.

—Caíste.

—¿Qué? —alcé la vista preocupada.

Raven fue alcanzada por un rayo en el último momento, pero antes de que cayera por completo sus alas se envolvieron en el ataque para chocar contra Goodra.

Raven estaba fuera de combate, corrí a ella para auxiliarla, Roy corrió hacia su pokémon sorprendido por el último ataque.

—De no haber estado debilitada, hubiera sido una victoria excelente para ti.

Noté que su Goodra estaba inconsciente en el piso.

—Es un empate —comentó bastante divertido—, quería ganar pero me conformo con esto.

Su Rotom dio vueltas por el campo hasta llegar a él.

—Aunque estaba en vivo, perdí...

Saludo a todos sus fans que veían en vivo.

No dije nada, oculté mi cara en la gorra y comencé a caminar hacia la entrada.

—¡Espera! —me gritó alcanzándome—, sabes que no es divertido pelear solo contra Lionel.

—No sabía que utilizabas a las personas para llamar la atención —comenté extrañada mientras subíamos las escaleras.

—¿Estas enojada conmigo? —preguntó como cachorro dolido.

La Corona Olvidada Where stories live. Discover now