Capítulo 46

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Los días pasaron como agua, ayudar a Lionel era más divertido que agobiante.

No sabía que usaban gran papeleo con los empresarios para las promociones, incluso Cathy estaba en los informes.

Iba corriendo con varios papeles cuando me detuvo una cabellera rubia en la puerta de Lionel.

Olivia llevaba los informes que Lionel necesitaba para finalizar todo.

—No sabía que trabajabas de secretaria para el campeón.

Su lindo comentario hizo que alzará los hombros desinteresada.

—Si puedo ayudar entonces lo haré, parte del dinero ganado en mi evento de Ciudad Artejo fue invertido para la liga.

Olivia me contemplo largamente pero no dijo nada más, abrió la puerta para ambas.

Al ingresar Lionel se encontraba hablando con el presidente Rose.

Salude educadamente mientras dejaba los papeles en el escritorio colocándome a un lado de Lionel.

—No sabía que la prometida del campeón estuviera aquí.

No hice ademán de responder solo me quedé quieta esperando que me sacaran de la sala.

—Una pena que rechazaras mi invitación, en vez de estar revisando papeles podrías estar preparándote para una buena pelea —volteó ligeramente a ver a Lionel quien no se inmutó en sus palabras.

—Como inversora de la liga le aseguro que estaré al tanto de los movimientos del presidente.

Fue mi única respuesta.

Esa fue la idea de Roy, obligar a los empresarios haciendo que mi dinero ganado en el evento entrará en la liga convirtiéndome en una socia importante.

Claro esta información no sería revelada por nadie hasta que yo entrará en la jugada.

Pero para dicha sorpresa el presidente parecía calmado...

—Me alegro mucho en realidad —sonrió despreocupado contemplándome por unos segundos para dirigirse al campeón—, Lionel ahora tendrá ayuda, me alegro por ambos.

Por alguna extraña razón sus palabras me sonaron sinceras, evite voltear a ver a Lionel pero su silencio fue llenado con palabras de agradecimiento.

Cuando por fin se fue el presidente de la sala Lionel me volteó a ver perdido en sus pensamientos.

—Todo salió bien, ¿no? —intenté sonar convencida pero era evidente mi duda.

—No considero que mintiera cuando te felicito pero tampoco creo que se rinda tan fácil.

Me recargue en su escritorio sin sentarme, Lionel se levantó de su silla y me llevó hasta el sillón opuesto de donde estaba el presidente.

—El Torneo de Medallistas comienza en tres días y el Torneo de Finalistas al día siguiente, después de todo, esto habrá finalizado.

Lionel me conto que el último tornero lo aplicaron después de que él llegara a campeón en su primer año donde volvió a ganar el torneo.

Me quedé pensando largamente, era para evitar posibles problemas con los participantes como en el pasado, si alguno perdía entonces solo llegaría el retador más fuerte a Lionel.

—La preocupación en tus ojos no desaparece...

Alcé la vista sorprendida por sus palabras, estaba sumida en mis pensamientos.

Sus ojos dorados estaban firmes y seguros.

—No es que este preocupada por la liga —confesé lo más tranquila que pude tomando su mano—, desde hace un tiempo siento que me el presidente ha estado muy tranquilo con ambos, aun así hay algo que me incomoda...

Lionel me abrazo con fuerza sin lastimarme, sentí que intentaba darme protección, aunque fuera algo de tranquilidad, recargue mi frente en su pecho y pedí en silencio que Lionel se mantuviera protegido.

Mi Rotom comenzó a sonar con una llamada de Cathy.

Todos los líderes de gimnasio comenzaron a llegar a la estación de trenes, la mayoría iba con ropa distinta para intentar pasar desapercibidos, incluso Nerio llevaba una gran gabardina pero su cabello lo delataba.

Abrace a Cathy cuando llegó, incluso Nerio me dio un abrazo corto, fui la encargada de llevarlos al hotel.

Por la tarde Nerio y Roy me acompañaron a la ciudad cerca del estadio para comprar cosas que solo vendían durante esta temporada.

—Que yo sepa, no eres una turista.

Ignoré a Roy mientras le mostraba a Nerio un peluche parecido a él, estaba tan interesado como yo en las compras.

—¡Hace tanto que no me divertía! —comenté cargando todos los peluches que pude de ellos.

—Recuérdame salir de compras más seguido contigo —comentó satisfecho Nerio quien también cargaba sus bolsas.

Le sonreí de manera cómplice asintiendo, quien diría que era a un adicto a las compras, una de sus manos me despeino divertido.

—Me siento excluido del equipo —se quejó Roy mirándonos.

Tomé un peluche de la bolsa y se lo di sonriendo.

Roy alzó una ceja recibiendo el peluche de Flygon.

—Que amable, gracias...

Una voz atrajo nuestra atención.

—¡Hey!

Lionel estaba en la puerta del hotel junto a los demás líderes de gimnasio esperando por nosotros, el torneo pronto daría inicio y en realidad estaba igual de emocionada que ellos por ver a los participantes de este año intentado llegar a la copa.

La Corona Olvidada Where stories live. Discover now