Dos Extraños

4.

La detective Esposito apareció en la estación para dejar mis cosas, disfrutaba mucho de molestar a los policías porque siempre eran extremadamente estructurados y siempre reaccionaban de la misma manera pero ella era diferente, seguro que por su rol de detective, además tenía una personal muy diferente a todas las que conocí de ese lugar, sumandole que la primera vez que la vi fue en un accidente. Subí a dejar la exagerada caja y colgué la chaqueta en mi locker mientras los chicos estaban limpiando sus botas.

—Voy al gimnasio —dije abriéndome la camisa con un solo tiro, me quité la polera que traía abajo y la cambié por una más deportiva.

—¿Eso lo trajo de detective? —preguntó Tincho con una leve sonrisa.

—Eso no es asunto tuyo —dije mientras me acomodaba las zapatillas— ¿No deberías estar revisando todas las provisiones del camión? Es la orden que escuché en la mañana —tomé una toalla y escapé al gimnasio donde obviamente me siguió— Es una historia larga e innecesaria, la camisa es la que se quedó en el lugar del asesinato del chico del edificio, no hagas demasiadas preguntas porque no tengo ganas de responderle preguntas a todos estos.

—Pero yo no soy uno más de acá —dijo riendo, me senté en la máquina de las pesas— Ok, no voy a preguntar demasiado porque no estás de humor ¿Que onda lo del departamento? —comencé a levantar las pesas y cuando terminé la serie me senté, tomé la toalla y lo miré

—Hoy cierro eso, tengo un lugar que me recomendaron y hablé con la persona, es un poco más de lo que presupuesté pero la buena noticia es que no tengo que luchar con las ratas de esta ciudad —dije con una sonrisa y soltó una carcajada— El edificio tiene ascensor

—¿En serio? —dijo sorprendido— ¿Te vas a mudar a un edificio con portero también? —negué.

—Si, tengo un par de ahorros que puedo usar para vivir en un lugar aceptable —suspiré y tomé la posición para continuar levantando las pesas, hice la nueva serie y me senté— Necesito volver a mi vida antes Tincho, me estoy esforzando mucho para que así sea.

—¿Estás seguro que quieres ser el mismo de antes? —preguntó y asentí— Sí eso significa que vamos a tenerte con nosotros entonces me pone feliz por ti amigo ¿Estás con tu terapia?

—Si, me tienen que aprobar para regresar a los incendios, no tengo chances de salir de la ambulancia sin ese papel, iba a resistirme pero la verdad es que no tiene sentido seguir viviendo aislado de todo, me iba a volver loco en ese lugar. Necesito volver, salir de fiesta —soltó una sonrisa— Organizar la inauguración de mi casa será el primer evento que tenemos

—Anotado —dijo riendo— Esfuérzate por caerle bien a tus vecinos, la última vez tuvimos que saltar del balcón para no ir a la cárcel

—Eres bombero, estás acostumbrado a ese tipo de cosas, no seas tan llorón —dije mirando mi reloj.

Cuando terminé con las pesas me puse a correr en la trotadora y después de eso tomé una ducha, me estaba terminando de vestir en el momento en que la alarma invadió la estación, esperé que nombraran la ambulancia y me puse los zapatos lo mas rápido que pude, mientras escuchábamos detalles del accidente.

—Hay dos personas atascadas en el auto, están conscientes pero tenemos que cortar la parte de atrás para poder sacarlos o es imposible —dijo Úrsula por la radio, mientras el capitán no dejaba de dar órdenes.

—Vamos a necesitar que corten el transito porque los autos que están pasando por la vía disponible están moviendo el lugar —dijo el capitán a un policía— Lanzani, quédate atento para cuando los chicos saquen a la primera persona. Por favor definan la más grave en el momento, es al que tienen que sacar primero.
—A la orden capitán —dije haciendo un gesto militar para burlarme y movió la cabeza mientras se alejaba— Está helado, ¿no? Piso resbaladizo ¿Cual es la necesidad de conducir tan rápido? —pregunté por la radio para joder y el capitán me miró desde su esquina— ¿Ya está resuelto el caso o tenemos que llamar a especialistas?