6.

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Los chicos propusieron salir a tomar algo después de tanto trabajo, obviamente a esas cosas yo siempre me sumaba aunque no me sentía del todo bien, sabia que poner mi cabeza en otro lugar era lo mejor en ese momento, sorpresivamente mi camino nuevamente se cruzó con el de mi vecina, aunque ahora por razones obvias sería cada vez más seguido, me daba mucha risa molestarla, tenía una carácter bastante especial, todo lo opuesto a mi. Verla con algunas copas encima también fue gracioso pero ni así dejaba de ser tan testaruda.

—Buenos días compañeros —dije entrando a la cocina de la estación, todos estaban desayunando ahí.

—Me contaron que hiciste perder a tus compañeros, no es buena idea llevar a una cirujana y un grupo de policías a jugar a los dardos —dijo el capitán con una leve sonrisa— de todas formas, los felicito... me parece bien que se termine de una vez esa rivalidad extraña e innecesaria que se han creado con nosotros, si las estaciones logramos trabajar bien juntas, es lo mejor que le puede pasar a nuestros vecinos

—Igual es el grupo de detectives, no los policías de la calle —aclaró Ursula— Me parecieron buena onda, menos en la parte donde perdimos y quería matar a Lanzani

—Ya te dije que necesitas más que una buena muñeca para ganar, pero acepto que jugaron bien, vamos a ir por la rechaza —insistí mientras preparaba un batido— El que no perdió el tiempo para nada fue nuestro compañero Andrés —comencé a joderlo y cambió de color inmediatamente

—¿Qué? —dijo el capitán sorprendido— eso es algo que espero de Lanzani —todos comenzaron a reírse

—Pasa que la que se quiere levantar, no lo soporta ni dos segundos —se burló Úrsula y todos comenzaron a gritar, cambié mi expresión mientras ponía el batido en mi vaso— Por primera vez en la historia de Lanzani una mujer está pasando, tipo... thank you next next... —comenzó a cantar— No te pongas mal, en algún momento tenía que pasar.

—Yo no estoy interesado en ella, no tengo idea de donde sacaste eso —dije riendo— Tampoco me cae bien, tiene como tres mil reglas de vida, me di cuenta y ni siquiera la conozco, es amiga de Euge por eso compartimos con ella ayer, deja de inventar cosas —dije sentandome con ellos, mientras el capitán.

—Apuesto cincuenta dólares a que Peter...

—Silencio —dijo el capitán interrumpiendo a Tincho— En este lugar no se hace apuestas referentes a mujeres, ni siquiera porque tienen una acá presente se comportan, de ninguna manera lo voy a permitir —todos nos quedamos en silencio, a veces me sentía en el servicio militar— Esa la razón por la que todos ustedes están solos, aun no aprenden a valorar la importancia de ellas, si los vuelvo a escuchar hablando así van a tener que comprar flores y llevarlas a todas las mujeres del vecindario.

—Perdón Ursi —dijo Tincho

—Te amo Capi, gracias. —respondió. Le tomó la mano.

—Por cierto, la detective Esposito no tiene porque ser buena onda contigo si te has comportado como un maleducado con ella. —me miró y sorprendió a todos, ni yo entendía lo que estaba hablando— No me hagas esa cara porque te conozco —Me limité a mover la cabeza hasta que se puso de pie— Quedan cinco minutos de desayuno, luego quiero que ordenen el desastre que tienen en los dormitorios y Lanzani, tienes que barrer todo el segundo piso, que quede impecable por favor. Gracias.

—Se te acabó el favoritismo Lanzani —dijo Tincho.

—¿Crees que esta noche no voy a poder dormir? —pregunté riendo— Deja de hacer comentarios sobre la detective simpatía, por tu culpa se pone asi —Úrsula comenzó a reírse— Por tu culpa me ataca y piensa que me acuesto con todo lo se cruza, luego me tengo que fumar esas charlas donde piensa que es mi papá y habla del amor y bla bla bla bla... no es gracioso.

Dos ExtrañosWhere stories live. Discover now