26.

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Me costó bastante trabajo dormir después del beso que le di a Peter, por suerte correspondió y no hice el ridículo. Hace varios días tenía muchas ganas de salir de esa duda, pero no me animaba a dar el paso, desde que Alex apareció en mi vida él cambió por completo, no como lo hizo el Chino cuando Lanzani interrumpió en mi vida, desde su lugar de amigo, era otro tipo de actitud, yo lo miraba a los ojos y veía algo más. Cuando desperté no lo encontré en el departamento, la persona que estaba haciendo arreglos en mi casa me llamó para mostrarme los avances, por suerte solo le quedaban un par de días, después de eso me fui directo al trabajo, pero la verdad es que tenía la cabeza en otro lado.

—Hablé con Lanzani y mañana vamos al bar juntos —dijo el Chino— Te salté porque te pedí dos veces que lo hables y no lo hiciste —agregó con una sonrisa— Necesitamos entrar, ahora es el momento

—Hiciste bien, tenía un montón de cosas y se me olvidó —a mi no me pasaba eso, menos en el trabajo, claramente mi cabeza estaba en otro lado. Me puso unos papeles en la mesa y los firmé— El jefe autorizó la presencia de Peter en el operativo, pero dice que fijemos limits y no lo pongamos en peligro

—Obviamente —lo miré con una sonrisa— Perfecto, muchas gracias Chinito. —Cande y Bella salieron del ascensor muy tentadas.

—¿De nuevo vienes con el pelo mojado? —dije riéndome.

—La acabo de ver bajándose de un mercedes benz de primera y dice que es de su hermana, mira la cara de mentirosa que tiene. Me gusta como estás llevando la separación, te felicito. Pensé que te ibas a secar en dolor y soledad, amiga lo hubiese entendido perfecto porque si tengo que superar a Eugenia prefiero que me saquen todas las muelas el mismo día —Candela no conocía la palabra "sutileza"

—Por suerte estoy tan dormida que no tengo idea lo que dijo —agregó Bella dejando su mochila en la silla— Era mi hermana, no estoy pasando la noche con nadie —se sentó en el escritorio— no tengo ganas, no he superado mi separación aun... simplemente coqueteo para sentirme linda y no perder eso, pero aun pienso demasiado en Eugena —suspiró y me miró— ¿Crees que me voy a morir sola?

—No, de ninguna manera —agregué con una sonrisa mientras pensaba en mi beso con Lanzani ¿Tenía que contarle a Bella?— ¿Llegó Eiza? Necesito unos análisis

—No viene, se pidió el día libre —dijo el Chino— Pero estará Anne en su lugar.

—Maldita perra —dije escribiendo en mi computador

—Que pasa contigo? Tu firmaste el papel de su día libre —dijo riendo

—Parece que estás con la cabeza en otro lado Mariana —dijo Bella riendo

—Desde que se fue a vivir con el bombero que se puso desordenada en la vida, lo mal que te está haciendo vivir en el desastre —exageró el Chino como siempre— Pero bueno, ¿podemos ponernos a trabajar de una vez?

Estuvimos casi toda la tarde en lo mismo, viendo videos y escuchando relatos de algunos testigos, visitamos un lugar que parecía sospechoso, luego regresamos a la brigada y Bella decidió acompañarme a casa para que nos tomemos una cerveza, justo hoy tenía ganas de sociabilizar.

—Rufina está medio bajón con lo de ustedes —dije entrando al edificio— Me dijo un par de cosas que me preocuparon pero no quiere que les diga nada a ustedes, así que no le preguntes o se va a dar cuenta, es demasiado inteligente. ¿Está viendo a una especialista? —pregunté y ella negó— Deberías ver con Euge, porque entiende todo

—Lo sé —dijo triste— Me ha dicho que me extraña, yo también la extraño mucho. Eso me hace dar un paso atrás en todo lo que piense para mi futuro, me gustaría conocer a otra persona pero luego pienso en Rufina y digo no aun no, pero viste la oportunidad que me dio la vida? —dijo riendo— Es hermosa esa mina, bueno... —abrí la puerta y cuando entré estaba Eugenia en el sillón tomando una cerveza con Peter.

Dos ExtrañosWhere stories live. Discover now