Dos Extraños

60.

Verme vestida de novia en diferentes opciones fue divertido, después de tanto tiempo se estaba haciendo realidad toda esta parte de mi vida, por fín me permití ser feliz como lo merecía, por suerte siempre tenía a mis amigas a todo momento dando su opinión como si fuesen mis hermanas. En la oficina teníamos mucho trabajo, así que me dividía en mis tareas como novia, madre y detective.

—¿Ya tienes todo listo lo de tu boda? —preguntó Jacob anotando en su libreta, lo miré con una sonrisa y asentí

—¿Quieres una invitación? —pregunté

—No, muchas gracias. No lo soportaría, ¿te imaginas interrumpo la boda? Lanzani me bajaría todos los dientes en ese lugar —soltó una leve sonrisa— solo si tu me quieres ahí estaré —se quedó en silencio— me hace muy feliz verte tan bien, con tu hijo, con una persona que te ama y respeta. Lo terminé de entender, es lo que te mereces

—Gracias por ser el hijo de puta que me rompió el corazón —lo sorprendí y comenzó a reírse— siempre lo pienso, si no fuese por todo eso no conocería a mi bombero adorable, todas las cosas pasan por algo —asintió— Ser madre es lo más lindo que me ha pasado, sabes? La vida me ha dado muy duro durante mucho tiempo, cuando perdí mi hijo pensé que no iba a salir de todo ese dolor, pero Peter jamás me soltó la mano y luego nos premió con Beltrán, se siente bien por fin tener esa tranquilidad

—Te veo muy bien —me dijo con una sonrisa— El bombero salvó mi vida cuando el edificio se estaba viniendo abajo, no voy a  olvidarlo jamás.

—Además tiene el mejor corazón de todo el mundo —sonreí y vi a Bella comiendo su segunda barra de chocolate— Disculpa, señora Hadid —me puse de pie y me senté en el escritorio— ¿De verdad vas a comer una segunda barra de chocolate a la once de la mañana? —miré mi reloj y comenzó a reírse— ¿Puedo saber porque estás tan ansiosa?

—En teoría puedes saber pero aun no, por favor no me hagas preguntas Eugenia va a matarme, me pidió una sola cosa y si no la cumplo me pones en problemas —agregó con una sonrisa algo nerviosa— no me mires así, no me hagas más preguntas —tomó el chocolate— permiso, necesito fotocopiar algunas cosas —se puso de pie y escapó, entonces la seguí— No no, por favor te lo pido. Voy a ponerme el vestido que me digas para tu boda

—¿Eugenia está embarazada? —pregunté, puso la cara en la fotocopiadora y se hizo una copia, luego me la dio.

—No quiero hablar del tema —respondió riendo

—Isabella Khair —la miré a los ojos y comenzó a reirse, entonces me abrazó— Aaaayyyy mi amor, que lindo. Me pone muy feliz por ustedes ¿Hace cuanto te lo estás guardando?

—Hace una mes mas o menos —respondió— Pasa que para nosotras es diferente, por el tratamiento que tiene que hacer y a veces nos dicen si bueno todo está bien y después no es tan así, entonces Eugenia decidió que lo mejor era esperar y estar seguras de que todo está bien, hoy van a entregarle unos analisis y te iba a contar —estaba muy emocionada— estoy comiendo como si no hubiera un mañana, no sé porque siempre me pasa lo mismo

—¿Son tus óvulos? —pregunté y asintió— Aaayy me muero, ya me estoy muriendo de amor, te felicito mucho amiga, estoy muy feliz por ustedes de verdad.

—No le digas a nadie porque Euge me matará —dijo riendo y negué con una sonrisa.

—¿Eugenia está embarazada? —preguntó el Chino mirándome

—No aun —respondió Bella

—Felicidades Bells —la abrazó

—¿Por qué la felicitan que pasó? —preguntó Eiza