Dos Extraños

49.

Para mi los celos de mi novia eran algo nuevo, me daba un poco de risa como se comportaba porque con las palabras precisas intimidaba a cualquier persona, Sofia tardó dos segundos en preguntarme si le cayó mal a Lali y tuve que explicarle que al comienzo no era muy sociable, aunque estaba seguro que no le cayó del todo bien, a mi me divertía un poco verla así pero obviamente sabía que no es lo sano y que estaba trabajando en luchar con ese tipo de cosas.

—¿Lali odia a tu nueva compañera? —preguntó Euge mirando su café

—¿Te dijo algo? —pregunté con una sonrisa

—No mucho, Lali no me dice nada. Bella me dijo que tenías una compañera nueva y que Lali la tenía entre ceja y ceja, cuidado

—Jamás le haría daño a mi novia —respondí con una sonrisa— ¿Cómo va la reconciliación?

—Bonita, nos estamos enamorando de nuevo, la terapeuta nos dijo "sean novias" así que vamos de citas, nos regalamos chocolates y flores, nosotras formamos todo eso muy chiquitas, nos olvidamos de lo que significa el amor, pero estamos muy enfocadas, Rufina está chocha y ahora nos pregunta todos los días cuando va a tener un hermano o hermana, porque nació el hermano de su mejor amiga y se la pasan todo el día jugando con el bebé como si fuera un peluche —dijo con una sonrisa.

—¿Qué piensas? —pregunté

—Quizás para el otro año, yo también tengo ganas pero ahora estamos siendo novias, quiero disfrutar de eso un poco —agregó con una sonrisa— disfruta de tener a Lali solo para ti, porque cuando vienen los hijos vas a tener que compartirla y un montón, vas a ser el segundo —se burló

—Toco madera —dije tocando el mesón de la cocina, luego miré el reloj— Ursi —grité— ¿Puedes verificar si están listos los insumos de la ambulancia? —pregunté

—A la orden capitán —gritó Úrsula y bajó la escalera

—Me gusta entrar a este lugar y ver una foto tuya, significa que eres importante. ¿Cuándo harán un calendario de bomberos hot? la otra vez vi que la estación que también está cerca del hospital hizo algo así, me pareció divertido

—Buena idea, cuando necesitemos dinero lo haré. Además acá están los más facheros —dije poniéndome unos lentes de sol de ella que estaban en la mesa, obviamente comenzó a reírse— Hey, que onda con Eiza ¿Hablan?

—Buena onda —dijo comiendo— Obviamente lo justo y necesario, es muy reciente todo y sé que a Bella le dolió mucho, no puedo abusar de eso —me miró riendo— Es una buena mina, es super inteligente, la tiene clara y tiene buen corazón. Rufina la ama, viste?

—Y para ser sinceros... está muy bien —dije riendo y ella asintió— es latina, tiene el fuego en la sangre.

—confirmo —dijo Eugenia riendo— la pasé muy bien la verdad.

—Cuando la detective Esposito me caía mal yo pensé en invitarla a salir un par de veces cuando la veía en el bar, me gustaba, me parece linda. —la sorprendí con mi confesión— Ahora no, ni a palos, es una amiga como tu. Además tengo a la mejor —Euge asintió

—Yo lo sospechaba, creo que a ella también le pareces lindo. Bueno me sacrifiqué por Laliter, tienes que agradecerme por eso ¿Te imaginas? —dijo Euge riendo— Tendría que irse a trabajar a alaska, Lali la matar

—¿A quién? —entró Lali a la cocina y los dos nos quedamos en silencio— Hola amiga, hola mi amor —me dio un beso, me puse nervioso.

—Voy a ponerte un cascabel en el cuello —dije bromeando— a Emma —dije riendo, euge tenía la boca llena y asintió con una sonrisa, me tomó de la camisa— Eugenia dijo que si Emma me pintaba de nuevo y seguía vendiendo cuadros de mí tú la matabas