Dos Extraños

31.

Por primera vez compartí el cumpleaños de la persona que me gusta, como todo era tan nuevo trataba de experimentarlo de la mejor manera y me esforzaba mucho por hacer las cosas bien, aunque siempre fiel a mi estilo, no quería arruinar las cosas después de todo lo que logré hasta ahora. Post fiesta estuvimos todo el día en la cama, mirando series, charlando de la vida, teniendo sexo y comiendo, el mejor domingo de todos.

—Voy a fumar un cigarro —dije sentándome en la cama con una sonrisa— Nunca había pasado tanto tiempo descansando —estiré los brazos, ella estaba en el celular.

—No vayas —dijo haciendo un puchero— No fumes más, eres muy chiquito para destruir tus pulmones de esa manera, los expones a un montón en tu trabajo

—Bueno, voy a probar con fumar menos pero no puedo dejarlo de golpe porque me genera mucha ansiedad —dije saliendo de la cama— ¿Hablaste con las chicas? —pregunté

—Bella me dijo que todo estaba bien, se pelearon un rato pero tuvo que quedarse con Rufina —dijo riendo— La verdad es que no tenía planes pero supongo que quería molestar a Eugenia, no sé en qué va a terminar todo esto —salió de la cama y fue a la cocina, mientras tanto yo me puse un pantalón y prendí mi cigarro para ir a la terraza.

—¿Por qué no puedo ir a la luna si se ve tan cerca? —preguntaba Rufi.

—Porque es una ilusión, no está tan cerca como parece —respondió Bella— ¿Quieres ir a la luna? Buscaré la manera de llevarte entonces mi amor.

—Te amo mami —respondió ella— Te extraño todas las mañanas, ¿no puedo pasar más noches contigo?

—Yo también te extraño mucho, pero por ahora lo mejor es que pases este tiempo con Euge hasta que yo pueda conseguir un lugar para nosotras, te prometo que eso será pronto —Bella tratando de explicarle a una niña lo que pasaba, en ese momento apareció Lali con un vaso de agua.

—Hola vecinas —dijo interrumpiendo la conversación

—Tia —celebró ella— Uuuuuyyyy ¿Que haces en el departamento de Peter Pan? —preguntó levantando las cejas mientras se apoyaba para mirarnos mas cerca, Bella se paró y la tomó de la mano— ¿Son novios? Ya digan la verdad de una vez, no tengo cinco años para que me oculten información

—No somos novios —dijo Lali riendo— Pero somos buenos amigos —me miró y asentí.

—Bueno, no les creo nada —respondió de brazos cruzados— Cada vez que escucho eso termina siendo todo lo contrario, mi mamá dice que era amiga de Eiza y ya sé que no es verdad —silencio incomodo— Espero que me digas la verdad detective Esposito —bromeó— ¿Podemos ir a patinar los tres? —preguntó emocionada

—Claro, cuando quieras vamos a patinar —dije riendo

—Lanzani, puedes cuidar mucho de mi tia por favor —agregó con una sonrisa— Es una de mis personas favoritas.

—Voy a cuidar de ella, te lo prometo —respondí, Lali la miraba con una sonrisa. Siempre que Rufina estaba presente, era otra Lali hasta le cambiaba la cara— Vas a tener que enseñarme a patinar porque yo no tengo técnica de nada —ella me levantó el pulgar.

—Tia, me dijeron que tu fiesta estuvo de primer nivel, lamentablemente no pude ir porque soy menor de edad, estabas hermosa y te veías muy feliz —agregó emocionada— Mi mamá me mostró algunos videos.

—Bueno yo te extrañé mucho en mi fiesta, la próxima vez tienes que ir, ok? —dijo Lali con una sonrisa— Mi vida, estas hermosa. Que lindo tu pijama de unicornio, donde puedo conseguir uno así? —preguntó Lali y ella se reía— Te amo