Dos Extraños

5.

Cuando escuchaba ese rock retumbar mis paredes sentía que quería explotar la rabia, un par de veces conté hasta mil, pero no pude resistir mas, para mi sorpresa era el hombre que se aparecía por todos lados, demasiado conectados para mi gusto con una persona que no podía cometer más faltas en la vida, se pasaba por absolutamente todas las reglas que existían y ahora tenía que compartir piso con él por culpa de la entrometida de Eugenia.

—Buenos días Bella —dije con mi celular entrando al baño— ¿Está tu mujer por ahí? No me atiende el telefono.

—Está dormida —dijo Bella— Yo también estaba durmiendo ¿Pasa algo? Lali son las ocho de la mañana, es domingo, tenemos el día libre.

—No me importa que esté dormida, despiertala o voy cruzar la calle con un megáfono —dije enojada.

—Mi amor, es Lali —decía Bella hablando bajo— Ni idea, quiere hablar contigo. 

—Aló —me dijo dormida— Espero que me estés despertando porque tienes un pre-infarto.

—¡Casi! —grité— Eres efectivamente la peor amiga que he conocido en mucho tiempo, no puedo creer que le diste el número del departamento disponible a un bombero fiestero con problemas a la cabeza, no creo que una persona en su sano juicio pone rock a las tres de la mañana ¿Tienes idea lo que es dormir con ese ruido? Tuve que cerrar todas mis ventanas porque estaban fumando marihuana sin parar

—No entiendo nada de lo que estás hablando —dijo con voz de dormida— ¿Que rock?

—¡No te hagas la tonta conmigo! —grité nuevamente— por tu culpa tengo un vecino que está fuera de sus cabales

—Aaaahhhhh estas hablando de Peter ¿Ya hizo una fiesta? —dijo riendo— No fue mi culpa, yo simplemente pasé el dato... tómalo como una oportunidad para divertirte nuevamente, como en los viejos tiempos, es un tanto particular pero si te das el tiempo de conocerlo vas a pasarlo muy bien estoy segura, escuché cosas buenas sobre él en el hospital y es un amigo del trabajo. Cuando me despierte bien te cuento detalles.

—No quiero detalles, quiero que lo saques de acá. Consigue otro lugar para tu amigo, está demente, Eugenia lo menos que necesito en este momento es un vecino que haga fiestas de este tipo ¿Por qué tenias que abrir la boca? —dije enojada

—Lali, estás exagerando un montón y hablaremos de esto cuando despierte. Te quiero amiga, chau —colgó y lancé mi teléfono a la cama.

Tomé desayuno, luego fui a la ducha y me quedé mirando netflix casi todo el día hasta que me llamó la traidora porque iba a visitarme.

—Me gustaría saber que tan fuerte estuvo la música pero me imagino que vas a exagerar un montón —me abrazó riendo— Amiga, no lo pensé la verdad. Él me preguntó por un dato y justo lo vi, no fue planeado aunque perfectamente pude hacerlo y deberías darme las gracias —dijo levantando las cejas— es el bombero popular del hospital.

—No me interesa que sea el bombero popular, es un estupido. Lo conozco muy poco y es lo suficiente como para no soportarlo, me crucé en un caso hace unos días, se hace el gracioso y claramente no le importa nada, es un tipo bastante irrespetuoso así que imagino que tus amigas solo le importa que este bueno, sabes que no soy soy —aclaré

—Está bueno, lo reconociste es el primer paso —dijo con una sonrisa— Si, es un chico particular pero propongo que seas paciente. Sé que es el capitán américa del accidente —me sorprendió con el dato— Mencionó un par de cosas y me di cuenta, no le dije a Bella no te preocupes

—¿Dijo algo sobre mí? —pregunté sorprendida

—No, no le dije que te conozco. Soy una mujer reservada, como tu —dijo con una sonrisa— Es un chico particular porque detrás de todo ese personaje que se crea tiene varios temas, sé paciente y estoy segura que se van a llevar bien, además nada mejor que tener un vecino bombero por cualquier cosa le puedes pedir ayuda, a mi me encantaría