Dos Extraños

14.

Fui a mi terapia semanal nuevamente con buenos resultados, era la primera vez en casi un año que por fin me sentí avanzando con esta situación. Cuando llegué a la estación el capitán me ordenó hacer una limpieza general junto al novato de turno, estaba cansando de este tipo de órdenes pero no podía hacer demasiado por ahora.

—Natalie vino a verte —dijo Úrsula riendo— Tuve que decirle que estabas en el medico porque no me creìa, no me parece una persona muy simpática —tomó un paño para limpiar y comenzó a ayudarme— Aunque nunca tus conquistas me caen bien, ella está en el top 3 de las peores ¿A que se dedica? Llega acá como si fuese gerente del lugar

—Trabaja en una editorial, en una revista de vida de mujer, ni idea... algo parecido, no hablamos demasiado de la vida privada del otro. Pero a veces trae juguetes divertidos y me dijo que los sacaba de su trabajo, es la única vez que hablamos de eso. —dije limpiando.

—Los prueba contigo y luego escribe artículos sobre ellos, interesante —agregó ella riendo—  Ayer vi a Brenda —me sorprendió con esa información— Tuve que ir a una urgencia en un edificio y ella estaba pasando por ahí, me preguntó por ti —me quedé en silencio— ¿Por qué perdiste comunicación con ella Peter? Era la mujer de Bauti, es importante que...

—Basta —dije tomando el escobillón

—Peter, le dije que venga a la estación cuando quiera. Hay un montón de cosas de...

—¿Que mierda hiciste? —me giré— ¡Que mierda hiciste! —ahora le grité— Para que te metes en cosas que no son tus asuntos, no te metas en mi vida, ni en la vida de mi hermano, ubicate en tu lugar y punto —Tincho apareció corriendo sin entender nada de lo que pasaba— No tenías derecho de invitar a nadie a este lugar —ella simplemente me miraba.

—Perdón no pensé que...

—Claramente no lo pensaste —la interrumpí.

—¿Qué está pasando acá? —dijo el capitán— ¿Por qué le estás gritando a una compañera? —preguntó enojado, Ursula simplemente me miraba— Te estoy hablando.

—No es tu tema —respondí

—Todo lo que pase en esta estación es mi tema —dijo enojado levantando la voz— Quiero que me digas ahora lo que está pasando en este lugar —me quedé en silencio— Peter, te estoy hablando

—No quiero hablar —respondí— Es un tema personal —el simplemente me miraba— Voy a limpiar arriba, permiso —tomé todas las cosas

Solo pude limpiar cinco minutos porque sonó la alarma y pidieron la ambulancia, tuve que bajar corriendo, el capitán comenzó a dar órdenes en el lugar, a los cinco segundos supe que hoy sería un infierno para mí porque comenzó a tratarme bastante mal, hice lo que mi psicologa dijo: Aprender a contar hasta mil. Así sobreviví a mi día con todos los compañeros enojados conmigo por gritarle a Ursula, quizás tenía que pedirle perdón pero no lo hice, cuando terminé mi día laboral fui al bar de siempre.

—¿Día duro? —Euge se sentó a mi lado— Me das una cerveza por favor

—Bastante —suspiré— No entiendo cuanto falta para que me pase un camión por encima de una vez.

—Eres bombero, no creo que mucho —respondió mientras me miraba con una sonrisa— quiero un poco de Maní también, gracias. No tienes buena cara ¿Quieres hablar de eso? —fuimos a una mesa que estaba libre para estar más cómodos.

—Le grité a Úrsula y al final del día no le pedí perdón, obviamente sé que estuvo mal pero se metió con un tema delicado para mí, habló sobre mi hermano —Euge se quedó en silencio— sigo trabajando en el tema, pero no es fácil. En fin, da igual. Yo estuve mal y tengo que hablar con ella —recibí un mensaje de Natalie, no respondí, no estaba de humor para sexo hoy— ¿Que tal tu?