58.

6.1K 331 88
                                    

Desde que llegó Beltrán a nuestra casa, la vida de ambos se iluminó por completo, sentía que no podía expresar del todo la felicidad que trajo a mi mundo, después de todo el dolor que pasamos juntos, me sentía finalmente lejos de esa pesadilla y disfrutando de este sueño familiar. Mi licencia médica se terminó pero tuve la opción de tomar un "postnatal" al convertirme en madre, además tenía todos los privilegios del mundo con mi jefe que me quería muchísimo, estaba muy agradecida de eso. Cada tanto Bella venía a casa con algunos casos en los que estaban trabajando y yo le daba una mano mientras disfrutaba de mi hijo.

Los bebés eran un montón maravilloso, cada cinco minutos aprendían algo nuevo, eso me tenía completamente embobada, le mandaba a Peter videos todo el día para que no lo extrañara, pero siempre que se iba me hacía mucha falta. Hoy a la mañana desperté temprano y me encontré con la imagen más linda de todas. Peter con Beltrán en su pecho, ambos completamente dormidos, los miré un ratito hasta que Bel se despertó y comenzó a moverse.

—¿Despertó hace mucho? —dijo Peter cuando me vio dando la leche, yo negué con una sonrisa— estaba muy cansado, no me di cuenta ¿Lloró? —negué nuevamente y me acerqué a darle un beso— Está creciendo un montón —suspiró con una sonrisa— ¿Por qué los bebés crecen tan rápido?

—No lo sé, pero pienso lo mismo que tú. Todos los días lo veo mas grande

—Dos semanas mas y ya está de tamaño —bromeó y le pegué con mi mano libre, se puso de rodillas en la cama y me besó— me encanta bromear, ok. Me voy a la ducha o llego tarde, Beltrán... papá tiene que apagar el fuego que los pelotudos de este barrio provocan —dijo con una sonrisa y luego salió de la cama— igual, quiero que sepas que amo mi trabajo, no lo cambiaría por nada del mundo. Cuando sea un poco más viejo, voy a comprar un camión de helados y trabajaré en eso, así puedo verte crecer tranquilo

—Que tierno, te imaginé caminando el camión con todos los chicos corriendo atrás tuyo —dije con una sonrisa

—Así será —respondió con su actitud de siempre— Puedes ser copiloto si deseas

—No sé si está tan bueno trabajar con la pareja —respondí riéndome, me miró mal y entró al baño.

Se bañaba y vestía siempre en tiempo flash, después preparó el desayuno para ambos, comimos juntos y se fue. Nuevamente éramos los dos solitos, ordené un poco el departamento hasta que Bella llegó por la tarde a visitarme como hacía siempre.

—Mira lo que encontré para ti hoy —dijo abriendo su mochila y me mostró una revista, no entendí nada— Donde está... acá. Escucha con atención. Carta a Lady N —me miró riendo— querida, soy una fiel seguidora de la revista hace años, siempre me divertí mucho con tus aventuras con el chico del lunar —¡le escribían a Natalie!— Hubo un tiempo que tuve la impresión que la relación iba para algo más serio, que pasó con él? ¿Por qué no seguimos leyendo los divertidos detalles? Saludos. —Bella me miró— ¿El chico del lunar se te hace familiar?

—Claro que sí, era la que cogía con él siempre —respondí de brazos cruzados— ¿Que responde?

—Voy. —dijo Bella buscando— Querida lectora, que bueno que lo mencionas porque hace dos semanas me encontré con él en una farmacia, tengo un par de noticias para contarles: El chico del lunar a quién todas conocemos, el salvaje espíritu libre, ha sido atrapado. La verdad es que dejamos de vernos por un tiempo y nuestro reencuentro en la farmacia ha sido muy divertido porque no solamente cargaba un bebé a quién me presentó como su hijo, sino también portaba un anillo de compromiso. Por lo tanto, nuestro chico del lunar a quién compartimos por tanto tiempo con esas maravillosas historias sexuales no nos pertenece más, pero de todas formas, estamos felices porque por fin haya encontrado el preciado amor y si su mujer nos está leyendo, además de felicitarla, la invito a que compartan algunas de sus historias, seguro que estamos interesadas en escuchar en cómo se comporta nuestro chico como "marido" abrazo. Lady N. —me miró riendo— ¡Escribía crónicas con Peter! Manda la tuya

Dos ExtrañosWhere stories live. Discover now