Capitulo OO3.

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TaiYang no tenía el corazón para abandonar a un niño, mucho menos sintiendo tal conexión entre ambos. Así que pensando en que esté era su destino, tomó la decisión de criarlo como si en verdad fuera suyo.

Pero la prioridad ahora era evitar ser encerrados de nuevo.

⎯ ¿Tienes un nombre? ⎯ Preguntó tomando al niño en brazos. Al ver la confusión en el pequeño rostro, supo que no tenía nada parecido.

Guardo silenció un momento, pensando. Después de un tiempo se fijo en los brillantes ojos azules con un dejé de inspiración.

⎯ ¿Qué te parece si te doy uno?, ¿Te gusta Reich? ⎯ Si traduce la palabra, significa imperio. Se le ocurrió después de observar esos brillantes como joyas, ¡Él es muy bueno para asociar palabras!

'Reich' no sabía que era un nombre, pero entendía que se estaba nombrando a sí mismo, él también poseía un código cuando estaba en aquél sitio. Repitiendo la palabra en su boca entrecerró sus ojos, sólo sintiendo que la voz de su progenitor era realmente agradable, incluso el nombre que escogió sonaba bien cuando lo decía.

Reich apoyó la cabeza en el hombro de TaiYang, como un pequeño cachorro, y su mano estaba firmemente agarrada a su ropa como si temiera soltarlo.

TaiYang sonrió y acarició su cabeza, sólo entonces se percató de una pequeña cola que se balanceaba detrás del cuerpecito. Al igual que los cuernos sobre su cabeza, era de un color grisáceo oscuro, gruesa y corta, como la de un pequeño dinosaurio.

Se detuvo un segundo, pero después de pensarlo nuevamente se recompuso. En esta era parecían existir muchas especies distintas además de los humanos. Así que la apariencia del pequeño Reich no parecía fuera de lugar, sin mencionar que tampoco se veía mal.

Solo tenía que tratarlo como un cosplay permanente hasta que se adaptará.

Guru guru-

El estómago de ambos resonó en la cueva silenciosa. TaiYang era un adulto y ya había pasado momentos de hambruna por un día o dos cuando estaba viajando, sin embargo ahora tenía un pequeño bebé. Si quería ser un padre responsable no podía dejarlo pasar hambre, ¡mucho menos viendo lo flaco que estaba!

Se asomó por la entrada de la cueva, donde todavía quedaba un poco de luz solar. ¡Eso era maravilloso!, tenía tiempo para buscar algo que comer antes de que oscurezca. Volteó el rostro hacía su pequeño bebé y al chocar con su mirada, retiró lentamente la idea de dejarlo en la cueva mientras buscaba alimento.

Apenas y a duras habían logrado a escapar, si esos lunáticos los encontraban de nuevo no sabía lo que harían, lo mejor es llevarlo consigo.

⎯ Bebé, papá irá a buscar comida para ambos. Recuerda quedarte cerca de mí y no alejarte, ¿entendido? ⎯ Preocupado, le repitió las palabras un par de veces más. El niño era tan pequeño, ¡sería difícil que le entendiera!

Reich parpadeó ante su repetida petición, al ver sus ojos fijos, no podía saber si entendía o no lo que le quería decir, pero no sé preocupó por eso. Un niño tan pequeño, era normal si no lo sabía.

No se alejaron mucho de la cueva, TaiYang temía que los estuvieran buscando y no se atrevió a tentar sus suertes con el destino. Al poco tiempo, ambos encontraron una especie extraña que parecía un conejo, pero al mismo tiempo un cerdo.

Según las memorias de su cuerpo, está criatura era una especie salvaje bastante dócil con los humanos, no podía recordar el nombre. TaiYang lo vio masticando hierba y agarro una rama con lo que parecían moras en ella. No pensó en darle a probar a Reich, no eran comestibles para ellos según sus recuerdos.

La Receta Para un Matrimonio Interestelar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora