Capítulo O21.

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⎯ ¿Mamá? ⎯ En ese momento, la voz adormilada de Reich sonó en la habitación.

Ambos, tanto Gina como TaiYang voltearon en su dirección al mismo tiempo.

TaiYang se acercó a la gran cama y tomó en sus brazos al pequeño que todavía se esforzaba por abrir los ojos, pero que obstinadamente extendía los brazos en su dirección.

TaiYang besó su mejilla. ⎯ Buenos días, bebé.

⎯ Hmmm.. Buenos días. ⎯ Reich murmuró inclinando la cabeza hacía un lado, pero aún así intentó aferrarse al rostro de su madre y plantar un beso también.

Después apoyó la cabeza contra su hombro nuevamente mientras bostezaba, todavía tenía mucho sueño.

Gina los vio mimarse entre sí y un atisbo de sonrisa brilló en sus ojos. Unos segundos después, pareció escuchar algo fuera de la habitación.

Sintió un dolor de cabeza al pensar en el par de alborotadores a borde. Posiblemente sea el primer Tate que no poseía una paciencia ilimitada para los cachorros ni un amor ciego.

Bueno, aunque parecía haber una excepción.

Gina miró al pequeño adormilado por un segundo, luego, volvió su mirada hacía TaiYang:⎯ Abajo hay una habitación moldeada como una pequeña cantina que se encuentra al lado de la sala de comandos, pueden ir a comer ahí. Solo sigan derecho por el pasillo. ⎯ Después de decir eso, simplemente se dio la media vuelta y se fue.

TaiYang no alcanzó a despedirse.

⎯ ¿Qué sucedió?

Reich, quién escucho la voz de su madre, contestó adormilado: ⎯ Se escucha un gran bullicio afuera.

⎯ ¿Ruido?, ¿Qué ruido? ⎯ Estaba seguro qué él no había escuchado nada hace un momento.

Sin embargo Reich ya se había vuelto encerrar contra el mundo, de regreso al país de los sueños.

TaiYang no pudo más que suspirar al ver esto. Después de todo, era imposible para él despertar a su niño.

Terminó de arreglar a un Reich durmiente y siguió las indicaciones de Gina para encontrar la cantina. Al mismo tiempo aprovecho para mirar a su alrededor.

No parecía haber otras personas aparte de ellos, por lo que el ya de por sí gran pasillo se veía mucho más grande ahora. El camino no fue especialmente largo, en cuestión de minutos ya había encontrado la dirección.

Se llamaba cantina, pero solo poseía una máquina parecida a una expendedora de un tubo similar a los nutrientes del imperio, solo que esta tenía un color azulado y se podía ver que tenía poco uso. También había bancos grandes como si fueran camas de gatos, pero mucho más grande.

Al ver esto de repente pudo imaginarse la apariencia de Gina acostado en su forma original, era muy similar a un gato gigante.

En lo que parecía una cocina también había un pequeño robot de limpieza. TaiYang se acercó para revisar los ingredientes disponibles, pero estaba vacía a excepción de grandes trozos de carne de bestia interestelar.

TaiYang miró al pequeño robot de cocina, se veía muy distinto al que había visto en la casa antigua. Sin embargo su cabeza aún era plana.

Aún estaba pensando en sí dejar a Reich arriba de la cabeza plana y calva cuando la puerta de la cantina se abrió con fuerza. Reich se despertó en el acto y miró hacía la puerta, molesto al ser despertado de una forma tan brusca.

TaiYang también volteó.

En la puerta habían un par de chicos pequeños, muy lindos con el cabello rubio brillante y ojos dorados.

La Receta Para un Matrimonio Interestelar Where stories live. Discover now