Capítulo O77

763 170 19
                                    

La nave espacial de los Tates no era comparable en ningún sentido con la de los humanos. Un viaje de tres días se completo en tres horas.

La sensación de volver a pisar el territorio humano provocó una sensación que no sabía cómo describir. Taiyang no podía decir que tenía mucho afecto por la federación, el afecto que sentía era porque eran humanos, no por lo que habían construido y protegido por cientos de años.

Al entrar al cuartel, ya había alguien esperándolo en la entrada. La entrada era demasiado secreta y aparte de unos pocos, la noticia de que había Tates en la estrella capital todavía era un secreto, incluso las negociaciones todavía eran cosa que sabían solo unas pocas familias influyentes.

Al ver a Taiyang, el pequeño soldado los saludo y los guio hacía la sala de reuniones donde estaban los líderes militares.

El soldado no podía evitar mirar de reojo a Taiyang. Todos en el cuartel sabían que la juventud era muy importante para el Tate albino, sin embargo no era la apariencia apacible de la otra parte lo que llamaba la atención del pequeño soldado, sino lo que llevaba en brazos.

Al ingresar a la habitación, un hombre con una sonrisa parecida a la un zorro astuto fue el primero en saludar a Taiyang, a diferencia del pequeño soldado, las personas en la sala sabían que era por él dependía la decisión sobre su amada tierra.

⎯ ¡Bienvenido..!

Taiyang se sorprendió ante la gran recepción, pero pronto se calmo pensando en que era comprensible. Las personas aquí parecían haber recibido grandes beneficios.

Sin embargo la pausa del hombre no pasó desapercibida, Taiyang dudo por unos segundos antes de preguntar.

⎯ ¿Pasa algo?

⎯ Oh, no.. No es nada. ⎯ El viejo líder del 5to ejército tosió avergonzado al darse cuenta que su expresión era extraña. Sin embargo su mirada siguió vagando hacía el niño en los brazos de Taiyang.

⎯ Es un lindo niño el que trae ahí. ⎯ Dijo como un comentario casual. Era un anciano astuto. Pudo ver de un vistazo que Taiyang era mucho más conversador y accesible que la mayoría de Tates anteriores, al menos su expresión no gritaba "vete" en letras grandes.

TaiYang sonrió, confirmando las teorías del viejo sobre su personalidad. ⎯ Gracias. Él es Reich, nuestro hijo. Espero no sea un inconveniente, pero no podía dejarlo solo.

TaiYang se apoyó con familiaridad contra el cuerpo de Gina mientras presentaba a su pequeño. Reich tenía una identidad sensible para la humanidad, sin embargo era imposible de abandonar nuevamente en la nave.

Con la ayuda de Gina, Reich pudo volver a su apariencia de un pequeño niño gordito. El pequeño no tenía cuernos, pero si tenía su cola de regreso. Para evitar problemas cuando vinieran al planeta de la federación, Gina le pidió a Gyra qué cambiará la apariencia de Reich a los ojos de los forasteros. Esa fue la primera vez que conoció la habilidad propia de los Tates.

Gyra podía camuflarse y hacer desaparecer sus signos de vida, así mismo también podía crear la ilusión sobre otros. De esa forma el pequeño bebé de Taiyang de cabello negro, se volvió un bonito niño de cabello largo y blanco platino. Cuando lo vio, no solo Taiyang amó la apariencia de Reich, sino qué él mismo pequeño se sentía contento.

El cabello blanco lo hacía similar a Gina. Y bajo la conveniencia, Taiyang presentó a ambos como parte de la familia del mismo albino.

⎯ ¿En verdad? ⎯ La mirada de Reich se le hacía familiar, pero no podía saber de donde. Al escuchar las palabras de Taiyang, pensó que esta similitud era por Gina. La misma cara que parecía que le debían millones.

⎯ Sí. Es mi pequeño tesoro.

Reich no quería ver a ninguna de estas personas, pero no estuvo dispuesto a separarse de su estrella. Su mirada vago entre todos los hombres que estaban ahí, al ver un rostro conocido pareció detenerse durante unos segundos.

Luego, como si fuera un pequeño ingenuo de verdad, demostró su intimidad alzando los brazos hacía su "padre".

⎯ ¡Abrazo!

Gina nunca se negó a sus solicitudes y estaba más que complacido de hacerlo ahora. Con tranquilidad lo tomó desde los brazos de Taiyang. Reich escondió su rostro entre el cuerpo de Gina, bloqueando las miradas inquisitivas que caían sobre él.

⎯ El niño es tímido. ⎯ Declaró Gina. Puso una mano sobre la espalda del pequeño y lo acarició suavemente como si lo calmara.

Su mirada bajo levemente. La sensación del largo cabello de Reich era bastante novedosa, sin embargo aunque le gustaba el color blanco familiar, prefería que fuese como el de Taiyang, y no uno que estuviera sujeto a el desprecio étnico.

Sin embargo aunque pensó eso, sus labios se curvaron en una sonrisa casi imperceptible al saber lo contento que era el cachorro de parecerse a él.

El líder del 5to ejército tampoco se atrevía a decir algo en contra, muchos menos cuando sintió que eran mucho más fácil tratar ahora. ⎯ .. Esta bien. No pasa nada.

Andrew estaba mirando desde atrás. No salió a recibir nuevamente al grupo que ya conocían, sin embargo su mirada se concentró en el niño que estaba en brazos de Gina. No podía estar mal, cuando Reich lo miró él también estaba atentó. Esos ojos azules no cambiaron y Andrew sintió la familiaridad de ellos.

Frunció el ceño y no dijo nada. Por alguna razón no sentía aquella irritación como la última vez, esto lo hizo pensativo. Recordaba al pequeño clon de su hermano que mato a sus soldados. En ese entonces podía sentir que estaba muy decidido a asesinar a la otra parte, pero ahora parecía no poder sentir ese sentimiento de irá. Sin embargo se sentía extrañado, había algo que no parecía cuadrar.

Caesar no estaba aquí porque tenía que seguir al emperador. De otra forma, le gustaría confirmar esa sensación con él.

Aunque todos querían preguntar sobre la tierra, debido a que había asuntos más importantes que atender decidieron posponer temporalmente aquel tema. El asunto importante era infiltrarse al planeta Zerg sin alertarlos para evitar lo más que se pueda una guerra. Por supuesto, si era inevitable los Tates nunca retrocederían. Los líderes del ejército también pensaban lo mismo. Si no había de otra opción, ellos también participarían en esta guerra.

Ya que habían decidido cooperar, estarían con ellos hasta el final. No podían simplemente dar la vuelta del rostro cuando se les había otorgado tanto.

Mientras se discutía lo que se implementará, Taiyang fue trasladado a una habitación aparte por su petición. Quería probar ingresar al mundo holográfico. 

La Receta Para un Matrimonio Interestelar Where stories live. Discover now