DINASTÍA

Capitulo 26 - TERMINAL

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Terminal

Jeyssel

Casi finales de marzo y el frío se siente como un completo invierno de diciembre o tal vez sea mi escuálido cuerpo debilucho que ahora da más tristeza que deseo al sexo opuesto.

¿A donde se fueron mis músculos? Ah si, el cancer me los quito ¿a donde se fue mi energía? la enfermedad me la robó.

Hoy amanecí con un dolor de cuerpo que me tiene tumbado en la cama para ser casi la una de la tarde. Masajeo mis pies huesudos y las articulaciones de mis manos duelen con simples movimientos.

Duele tanto que me muerdo el labio cuando me reclino un poco para alcanzar mi teléfono. «al tercer tono debí responder». El que sea mi hermana no ayuda en nada a mi estado de ánimo, pero aún así me obligo a respirar hondo y sonar lo más alegre posible cuando contesto.

—Hoho ¡vaya! ¿capelucita ya se acordó que tiene abuelita?.

—ja ja —ríe sin ganas— ¿y tu de que tienes hermana?

—Aveces —casi me quejo cuando acomodo la almohada— como que se me olvida que tengo que compartir la herencia y los terrenos —bromeó— el otro día estaba caminando por allí y me encontré una muñeca fina de porcelana. Por desgracia la termine vendiendo.

—¡Dime que no lo hiciste! —se altera— ¡ese es un regalo valioso Jeyssel!.

—Es broma Bry —la tranquilizó— ¿Que tal Arizona?.

—¡De lo mejor! ¿Sabes que ahora tengo un nuevo hobby? —me cuenta emocionada— descubrí que me encantan los cactus y ahora tengo toda una colección de ellos. Te llevaré unos cuantos cuando vaya a visitarte.

—Con el calor infernal de allá estoy seguro que se dan muy fácil pero créeme. Nueva York actualmente es un puto congelador —me arropó con la colcha— el frío se ha alargado más de lo debido.

—¿En serio? okey lo tendré en cuenta al hacer maletas.

Me sobre salto tan rápido que se me olvida el dolor de huesos.

—¿Que?.

—Quiero ir a ver a mi hermano —lo dice como si fuera obvio— te extraño mucho. Además Mark me acompañará.

—¿Vas a venir a verme con el leñador?.

—¡Si! —mi corazón bombea a velocidad— ¿sucede algo malo?.

Agrega con mi silencio.

—Es solo que.... —trago saliva cerrando los ojos— ya tengo un viaje planeado con todo y boletos. Quería tomarme unas vacaciones en Hawái.

Me duele mentirle, me duele sentir sus desánimos a través del teléfono y si la tuviera enfrente, se que su sonrisa se desvanecería lentamente.

—Perdón —continuó.

—¡No! no te preocupes —parlotea— la verdad es que las mereces, llevo mucho tiempo tratando de convencerte ¿que te ha motivado por fin a decidirte?.

Mi Bryoni, tan noble de corazón y dulce alma. Mi hermana es una chica tan hermosa por dentro y por fuera, que sigo maldiciéndome por lo que tuvo que pasar. El oscuro pasado que me la mancho y marco. Fueron unos meses difíciles y la vi tan rota que hice lo posible para levantarla. Cuando por fin lo hizo, me sentí tan orgulloso de verla recuperarse y volver a su vida.