CAPITULO 39

5K 277 583
                                    

★・・・★・・・★・・・★・・・★・・・★

Jamás existió un ciclo nuevo

Monica

Ojalá todas las cosas que suceden fueran necesariamente importantes y es que una lleva a la otra, las escalas y subes por ellas, conforman una larga escalera y poco a poco las vas dejando atrás. Sin embargo, cada escalón se va volviendo más difícil conforme avanzas y te cansas.

Te detienes y recobras el aliento para continuar. La vida se basa en escalones, algunos rotos, otros muy altos e incluso huecos que te impiden seguir. Yo me detuve muchas veces y permanecí sentada hasta conseguir el suficiente coraje para continuar.

Es una cosa tras otra, pero a pesar de todo lo que sé que puedo toparme en el camino, se siente como un largo y lento sendero y cada día me sirve para suspirar, pensar e imaginar su posible final. Las opciones no son muchas, pero si hablamos de formas, es posible que tenga más.

Estas semanas las he aprovechado para encomendar lo que descuidé y es mi segunda vida, el trabajo nunca acaba y después de lo de Jeyssel... tuve que encontrar más cosas que hacer. ¿lo recupere? Si, lo hice, pero si me lo preguntan, creo que lo perdí en ese mismo instante. Y tan solo recordarlo, me revive una especie de culpa, una que no me permite mirarle a la cara...

(Dos meses antes)

—¿Lo sabias? —su voz se corta— ¿tu sabias que él los había matado?

Su expresión me devuelve hacia atrás, había venido aquí cuando Silas cedió a liberarlo, aunque sabe que este no es mi territorio y, aun así, vine. Al principio me bloqueo y no puedo reaccionar cuando sus lágrimas comienzan a caer.

Poco a poco sus hombros se hunden y en mi interior mi corazón. Busca en mi rostro una respuesta y ahora lo comprendo todo. Me golpea tanto como a él, el significado de su pregunta. La tierra se mueve en mis pies y de pronto, todo parece detenerse a nuestro alrededor.

Somos absorbidos en un limbo en el que no existe el tiempo y solo cabemos ambos como prisionero en una esfera lejana. Las gotas de las lluvias nublan mi vista, pero sigo viendo sus lágrimas caer. Entonces jamás pudo afrontarme tanto el presente como en este instante.

Ambos de pie sobre el lodo bajo la lluvia, desconociéndonos y preguntándonos ¿Qué mierda nos ha pasado? ¿Por qué llegamos a esto?

Viajo al tiempo en aquella noche que lo vi por primera vez tirado en el suelo por esa pelea y las siguientes en las que nos volvimos inseparables. Nuestras aventuras, nuestros mejores momentos e incluso los peores ¿Cuándo fue que crecimos tanto?

—No —logro articular quitándome el agua de la cara— yo... no, Jess...

Peina su cabello hacia atrás, la camisa blanca mugrienta se le pega al cuerpo trasparentando sus tatuajes y mira al cielo conteniendo los espasmos de su pecho.

—Lo lamento... —no encuentro que decir— lo lamento...

Abre y cierra las manos, camina de un lado a otro y se mueve desesperado sin saber cómo desquitar lo que está experimentando. Ryan se acerca con intenciones de cubrirme con una sombrilla y lo rechazo.

—Cariño...

Logra detenerse y abre la boca dispuesto a decirme algo.

—Te lo juro que no lo sabía —niego con la cabeza igual de desecha que él— por favor... no me...

—Necesito... —aprieta la mandíbula— déjame solo, necesito estar solo.

Me rodea pasando por mi lado en dirección a las camionetas.

DINASTÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora