CAPITULO 28 - ACEPTACIÓN

2.9K 261 286
                                    

Por favor lean, tomen aire y lean. No me cuestionen. Se que a muchas les será difícil aceptar los hechos de la trama pero recuerden que esto es solo ciencia ficción.

★・・・★・・・★・・・★・・・★・・・★

Aceptación

Jeyssel

Tratamos día a día dar lo mejor de nosotros, aunque cada intento a veces nos convenza de que no es suficiente. Vemos los logros y la felicidad de otros, lo bien que les resultan las cosas y nos preguntamos ¿cuándo nos va a pasar algo igual?

Unos dicen que la primera perdida es suficiente dolor para toda la vida o que nadie puede ser tan desgraciado, pero muchos solo ven la portada del libro y no lo que trae dentro. En este mundo se nace más para sufrir que para vivir. Ningunos de los de arriba se preocupa por los de abajo y ese último puesto lo ocupa mi especie ¿Qué tan cruel debe pintarse la vida cuando te reproduces y naces siendo el alimento de otros?

Porque si, desde que llegas al mundo ya tienes un lugar en la cadena. Aprendes a cuidarte, creces teniendo que ver cosas horribles que ningún niño debería. Te puede tocar el que te arrebaten todo o nada.

Los niños de ahora prefieren un cuchillo o arma para defenderse a comparación de un juguete. Los parques se tornan vacíos cuando el sol comienza a irse o la temporada se acerca. Algunos padres intentan mantenerles la inocencia intacta pero realmente solo es una venda para sus ojos que tarde o temprano tendrán que quitarse de la peor manera.

Al decir esto me refiero a mí. Mis padres me mantenían ignorante creyendo que me hacían un bien y al contario, me malcriaron. No los culpo. Si yo también fuera padre buscaría lo mejor para mis hijos, pero no, lo busco para otros. Ni siquiera podre llegar a esa etapa de la vida. Mi vela ya está desgastada.

La aguja que atraviesa mi piel ya se ha vuelto dolorosa y los ojos me pesan lo suficiente como para mantenerlos abiertos. Siento la necesidad de dormir y yo una vez escuche que cuando esas inmensas ganas llegan es porque la muerte ya te está esperando. Sin embargo, sigo manteniéndome despierto.

Mi lengua está seca y rasposa. Tengo frio por una brisa inexistente. No necesito verme al espejo para notar lo sumido que esta mi cuerpo, mi mano huesuda se aferra a la cadena dorada que no he soltado y acomodo la espalda encontrando una posición más cómoda.

La puerta se abre y Clare entra abrazándose los brazos. No le gusta estar aquí, verme así, pero lo sobrelleva de una manera tranquila. En las buenas y en las malas quedamos, yo hubiera hecho lo mismo si estuviera en esta cama en vez de mí. No me habría apartado de su lado en ningún segundo.

Se sienta a mi lado tomando una boncada de aire y se muerde el labio inferior. Intenta decir algo coherente pero el habla la traiciona. Me da cierta gracia ver como casi nada de ella se perdió, sigue haciendo un mohín como niña chiquita cada que quiere llorar y sus ojos grandes parpadean borrando el cumulo de lágrimas. Ella es adorable y no deja de parecer un angel.

—¿Por qué esa carita de perrito? —curvo los labios— ¿Persefone volvió a arruinarte las plantas?

Sonríe un poco agachando la mirada.

—Sí, pero ya me rendí a tener un bonito jardín —juntas las manos moviendo los dedos— con ella no se puede.

—¿Recuerdas cuando te la regale siendo una cachorra y se comió tus gerberas?

—Solo la descuide por un momento —se le escapa una risita— y William dejo la puerta abierta. Ese día fue lluvioso y metió lodo por toda la casa.

DINASTÍADonde viven las historias. Descúbrelo ahora