Celo

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Mierda. Maldición

Solo han sido tres veces en mis cortos veinte años. Pensándolo bien, también sería la peor de las tres veces.

La identidad del objeto duro que me apuñalaba por la espalda era, sin dudar, un arma. No era una pistola de juguete, sino una pistola con munición real.

Estaba claro que, si el oponente levantaba un solo dedo, la bala se dispararía y atravesaría mi cuerpo.

Oh, oh, ¿Qué debo hacer?

Giré la cabeza lentamente, pero no hubo una respuesta adecuada. Ahora no solo tenía armas apuntándome por detrás, sino se sumaron unos cuantos más y estaba rodeado por algunos hombres que eran el doble de mi tamaño.

Uno de ellos dijo algo en un idioma que no pudo entender. Por la entonación, probablemente era ruso, pero no pude entender nada.

"¿Cuántas veces tengo que decir que no entiendo?" Suspire profundamente

Mientras intercambiaban miradas entre ellos, un tipo de aspecto extraño se les acercó.

"No causes problemas y sígueme con calma. De esta manera podrás vivir un minuto mas"

Esta vez, pude entenderlo en inglés. Sí, me gustaría mantenerme vivo.

Mantuve la boca cerrada y sonreí suavemente porque pensé que solo me golpearían si hablaba demasiado.

¡Bah!

Lo que no esperaba fue que el tipo que estaba detrás de mí, me golpearia en la cabeza con una pistola.

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¿Qué sucedió?

Fruncí el ceño ante el dolor punzante en mi cabeza y cuando abrió los ojos, estaba rodeado de hombres con trajes oscuros

Un hombre que exudaba un aura de que él era el jefe, estaba sentado en una silla, con las piernas cruzadas y la mano en la barbilla, mientras me miraba fijamente.

"¿Ryu Jin?"

Los labios del hombre se abrieron y una voz ronca salió. Sus ojos color esmeralda brillaban intensamente.

Ryu Jin.

Era mi nombre, pero no asentí con la cabeza.

No podía, ya que podría morir cuando pronunciaran ese nombre.

Bueno, desde que cometí un delito, me imaginé al menos una vez que algo así sucedería, pero no sabía que realmente iba a suceder.

¡Clic!

Busque el sonido a mi alrededor para darme cuenta que provenía de mi lado. El hombre de traje negro saco el cartucho a propósito para mostrarme que estaba cargado con balas y luego volvió a colocarlo con otro ¡Clic!

¡Bang!

Entonces hubo un fuerte estruendo.

Mi cuerpo se estremeció por la sorpresa, sin darme cuenta. Y justo frente a mí, quedaron rastros de un disparo en el piso.

"Responde"

¡Clic!

Mi garganta se sentía seca al tragar.

Joder, acababa de disparar solo porque no le conteste.

'¿Cuándo se despenalizo la libre posesión de armas en corea?'

El hombre de la pistola asintió. Luego toma su arma y me apunta en la sien. Era un aviso de que si no respondía rápido, esta vez la bala me atravesaría la cabeza.

¿Será buena idea estafar a la mafia rusa?Where stories live. Discover now