Nueva etapa

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Jin se detuvo frente a la villa en donde solía vivir mientras sus ojos se clavaban en el último piso.

Para ser honesto, no quería regresar a Corea. Solo quería poner algunos límites y terminar su carrera. Además, quedaban solo dos años para graduarse...

'¿Ilya me esperaría hasta entonces?'

Tal vez, al no verlo tan seguido, Ilya lo olvide poco a poco.

Pero Ilya no se rindió en su búsqueda por varios meses cuando desapareció. Jin no creía que podría olvidarlo fácilmente.

Comenzó a reírse ante sus pensamientos tan estúpidos. Pero eso era algo bueno, ya que significaba que su vida era más pacífica. Incluso hace medio año, su cabeza estaba llena de pensamientos positivos y con ganas de vivir de manera segura.

Subió el ascensor y cuando llegó a la puerta, dudo por un momento antes de abrir.

'¿La casa seguirá vacía?'

Pudo confirmar que seguía inscrito en la universidad, pero no sabía si seguiría viviendo en la misma casa.

Jin regresó pensando que no era posible que vendieran su casa, porque no les hacía falta el dinero, pero se preguntó si alguien más estaba viviendo ahí.

Debió ser su propia familia quien solicitó su permiso para ausentarse de la universidad.

Pero había desaparecido por bastante tiempo y no estaba seguro de si la casa seguiría vacía.

Ingresó la contraseña de seis dígitos con sus dedos.

Pip.

Cuando escuchó el sonido de la cerradura abrirse, soltó una risa abatida.

Estaba a punto de abrir la puerta cuando una sombra se deslizó detrás de él.

Antes de que pudiera darse la vuelta, un dolor intenso recorrió su cuerpo junto con el sonido crepitante desde atrás.

'Ja, maldición ¿Otra vez?'

De alguna manera, mientras pensaba que tal vez está casa tenía algún tipo de maldición, su visión se oscureció.

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Después de despedirse de Jin, Ilya regresó y se ocupó de su trabajo. El plan era mudarse a Vladivostok y legalizar la mayoría de sus negocios.

Aunque aún se movían entre lo legal e ilegal, pretendía transformar su fachada a un corporativo, que al menos en la superficie, estuviera dentro de los límites de la ley.

El tráfico de armas se estaba encaminando al desarrollo y venta de manera legal y no al comercio ilegal. Ese era otro motivo por el que se mudaban a Vladivostok, ya que ahí se encontraba una base naval rusa.

Tan pronto como tomo el liderazgo de la organización, Ilya preparó su propio laboratorio de desarrollo de armas, que estaba a punto de salir a la superficie.

A lo largo de los años, estableció conexiones con la armada rusa y solo hasta finales de este año, la armada usaría sus armas. El instituto de investigación de la organización de Ilya decidió participar activamente.

En la superficie, la compañía de contrato de mercenarios no era un problema. Eran una mafia en el sentido de que no dudaban en asesinar cuando llegaba alguna solicitud, pero, tenía que ser a través de un contrato formal, donde recibirían el pago después de realizar el trabajo, según lo especificado en el contrato.

La mayoría de los mercenarios de la organización, pertenecían a esta empresa y los podían contratar de forma temporal.

<Jefe. Iván está buscándolo>

¿Será buena idea estafar a la mafia rusa?Where stories live. Discover now