A unos 250 km al noreste de Moscú había un pequeño pueblo llamado Yaroslav, una ciudad portuaria a orillas del río Kostroma, afluente del río Volga. Era una de las ciudades del 'Anillo de Oro' que ocupaba un lugar importante en la historia de la antigua Rusia.
Aunque era una ciudad antigua, actualmente, la industria se estaba desarrollando, por lo que había más áreas de fábrica aquí y allá, que áreas de cultivo.
De una tienda bastante grande junto al río, salió un hombre de cabello amarillo con una caja llena de botellas de refrescos.
<¡Ryu! ¡No lo dejes caer!> Un hombre calvo, gritó desde el interior de la tienda.
<'No lo dejes caer' Sus preocupaciones son inútiles>
Tan pronto como salieron esas palabras, el hombre sonrió, sacudió la cabeza y volvió a la tienda.
Llevó la caja al almacén y luego salió. Con una mano, se secó el sudor de la frente, levantando el cabello que había crecido. Sus ojos marrón oscuro se revelaron para luego ocultarse.
A medida que se ponía el sol, la calle quedó en silencio. El ambiente definitivamente era diferente al de Moscú.
<¡He terminado el trabajo!>
Después de gritar al interior de la tienda, una mano se agitó con asentimiento. Él solo sonrió antes de alejarse.
Mientras caminaba a orilla del rio, la fresca brisa que soplaba, lo acompañó.
"Ahhh"
Metí las manos a mi bolsillo, antes de mirar a mi alrededor y rápidamente me dirigí al hospital. Tenía que darme prisa para llegar al hospital antes de que cerrara.
Llegué 30 minutos antes de que cerraran el horario de atención del hospital. Sin embargo, la recepcionista dijo que era difícil que presentara una solicitud, con aspecto avergonzado.
<Se ha terminado mi inhibidor ¿Puede resurtirlo, aunque no haya visto a un médico?>
Cuando entregué mi pasaporte y una tarjeta de identificación internacional, para que comprobara que era un omega, la recepcionista que lo revisó, me dijo que esperara un rato.
<Aquí.>
Pasaron menos de 5 minutos, cuando me entregaron el medicamento en una caja rectangular.
<Gracias.>
Tan pronto como sonreí, la recepcionista me respondió con una sonrisa. Al salir del hospital con paso ligero, saqué el medicamento y lo vertí en mi boca.
Aunque aún quedaba algo de tiempo, tomé el inhibidor una semana antes de mi celo a propósito. Y aunque la dosis era mucho mayor, era mejor esto a que pasara algo más.
El hotel estaba ubicado con vista a la playa. Tan pronto como entré a la habitación que estuve usando durante una semana más o menos, encendí mi computadora portátil. La única razón por la que elegí este hotel fue por la buena seguridad y el acceso gratuito a Internet.
Un intercambio de criptomonedas apareció en la pantalla de la computadora portátil. Ya no invertía más en moneda virtual, pero vigilaba el flujo por si acaso. Bajé la pantalla comprobando que fluía tal y como esperaba.
Cuando abrí el correo, aparecieron correos electrónicos no leídos. La mayoría de ellos eran correos de solicitud y algunos eran correos publicitarios. Sin siquiera abrirlos, borré los correos electrónicos spam. Al parecer, era igual en todos los países.
Cuando abrí la parte superior del correo y lo revisé, mis ojos se entrecerraron gradualmente.
-Quiero información sobre el hombre asiático que fue contratado por Ilya Galayev.
