Capítulo 40: Cartas de desahogo

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28 de febrero de 2022

Leandra Dupond

Luego de nadar en la playa disfrutar el ambiente y el cómo las personas bucean cerca de nosotras Amanda me pasa un vaso de jugo de naranja cuando llegó a su lado. Habíamos acordado venir unos días antes aquí a la playa, pero los medicamentos que me estoy tomando me causaron sueño obligando que Amanda se quedará conmigo en lo que L y Brenda llegaban de hacer sus diligencias.

Porque no pretendo ser una carga para mi hija no se lo merece y se los deje muy claro a ella y a Kenneth que no dejarán su vida de lado para tener que estar pendiente de su madre. Aunque eso no evita que Kenneth me visite todos los días y que Leandra siempre esté pendiente de mí. Así que tome la decisión de pasar el día con mi hermana mayor para no sentirme como una carga para ellos.

—¿Quieres bucear? —me pregunta Amanda viendo hacia el pequeño grupo que se sumerge al agua.

—Me encantaría vamos —contestó con emoción me prometí a experimentar cosas nuevas. Nos encaminamos hacia el área de equipo de buceo en donde nos orientan y nos explican cómo ponernos los trajes y el tanque de oxígeno luego de que mi hermana pagará para bucear por una hora esperamos unos minutos en lo que viene el instructor y vamos junto a él al agua.

—¿Es la primera vez que bucean? —nos pregunta el instructor que nos lleva con el otro grupo que nos espera. El agua en esta parte se ve aún más cristalina y los peces empiezan hacer acto de presencia mientras nos sumergimos más al fondo.

—Si es la primera vez que hago esto —contestó mientras que nos indica ponernos la máscara y mi hermana se pone a mi lado mientras que el instructor nos dirigirá y que disfrutemos de la experiencia.

—Aquí vamos —nos habla en donde aguantando la mano de Amanda nos sumergimos en donde veo maravillada los peces y el cómo todos vamos nadando hacia unos corales que nos lleva el instructor.

Amanda aún aguanta mi mano mientras que disfrutamos viendo el mundo debajo del mar que es algo digno de ver los tipos de plantas marinas y peces algo que me indigna al saber el cómo el mundo está contaminando todo lo que le rodea haciendo que pronto no se pueda ni estar cerca del mar por los niveles de contaminación. Al estar más cerca de los corales admiro su belleza y el contraste de los colores al ser iluminados por los rayos del sol. El instructor nos hace nadar alrededor sin riesgo a invadir a la vida de los animales que viven ahí. En donde observó las estrellas de mar encantada por toda la vida que vive en este lugar seguimos nadando en donde el instructor nos señala cada uno de los animales y nos movemos alrededor de los corales hasta terminamos el recogido volviendo a la superficie en donde no ocultó mi alegría por el momento.

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—¿Te gusto bucear hermana? —pregunta mientras que estamos por llegar a mi casa en donde veo en el balcón a mis mellizos y a sus parejas charlando.

—Ame la experiencia Amanda lo volvería a repetir —digo acomodando mi cabello aún húmedo por estar en el agua me sonríe feliz mientras estaciona el auto.

—Se repetirá tenlo por seguro ahora ve tus mellizos te esperan —habla señalándome hacia ellos que notando que llegue me esperan a que vaya donde ellos.

Mis duplicados los amo tanto son esa pizca de alegría que me mantuvo fuerte todos estos años.

—Gracias Amanda —digo abrazándola esas gracias significa todo para nosotras en donde nos cubríamos las espaldas, cuando estuvimos en nuestras altas y bajas y nos defendimos una a la otra con garras y dientes.

—Te amo Leandra.

—Y yo a ti Amanda —digo separándonos mientras que me dirijo hacia mis hijos uniéndome a ellos pasó el resto del día escuchándolos hablar sobre sus futuros negocios, sobre lo que han hecho mientras que les cuento el día que pase junto con Amanda y por eso no conteste sus llamadas en donde me prometen que iremos a bucear los tres juntos.

El Yoga de la señorita L TerminadaWhere stories live. Discover now