Capítulo final 67: Promesas cumplidas

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22 de enero de 2025

Akina Lee

Mi segundo año dando clases en el dojo y me ha ido de maravilla. El primer año estuvieron los padres de la escuela de Derek y Summer, trabajadores del estudio de Klaus vinieron a inscribir a sus niños en las clases de jiu-jitsu y defensa personal. Eran de diez a veinte personas en las clases, algo que me ha llenado de orgullo, pero este año gracias a mis promociones y más los anuncios que hace Klaus en sus redes se han sumado actores y actrices de películas de acción a mis clases.

—Hola Akina —me recibe Derek con un breve abrazo que devuelvo mientras que Akira sonríe abrazándome con más fuerza de lo normal.

—Yo también me alegro de verlos —digo tratando de que no me asfixie y definitivamente obtuvieron fuerzas gracias a las clases.

—Papá te tiene que decir algo importante Akina —menciona Derek mientras que Akira deja de abrazarme y asiente mientras que los veo irse.

—¿A dónde van ustedes? —preguntó con sospecha y aún más al notar que Derek se lleva un bulto consigo que no había notado antes.

—Me quedaré con la tía L y el tío Klaus. Akira me llevará —responde mientras que ella hace sonar sus llaves guiñándome un ojo.

—Mi cuñado te espera ve hermana mayor... —habla antes de que se monten a su Jeep mientras que Derek le murmura algo y ella solo ríe negando con la cabeza. Los ignoro porque esos dos cuando se juntan y Summer se une a ellos son igual a desastre. Los veo irse y me adentro a la casa encontrándome una maleta cerca de la entrada haciendo que acelere el paso hasta mi cuarto donde encuentro a Kenneth vestido con una camisa negra de botones, pantalones de mezclilla y botas negras mientras se coloca su reloj.

—Akina...

—¿Porque lo primero que vi fue una maleta en la entrada? —preguntó dejando la cartera en la cama esperando una respuesta de su parte, pero solo se ríe enseñándome mi propia maleta ya equipada.

—Porque tú y yo nos iremos a Japón a unas vacaciones que te mereces —menciona haciendo que me sorprenda al enseñarme nuestros pasaportes y un documento para quedarnos en el hotel que años atrás nos hospedamos para irnos a una misión militar. Desde ese entonces no he vuelto a visitar mi país natal.

—Esta vez no estaremos encubiertos como una pareja falsa como años atrás en esa misión —dice con voz suave al estar a mi lado y besarme. Sonrió al recordar ese momento en que desde ese día la tensión entre nosotros creció, pero yo me encontraba aún casada.

—Está vez iremos como la pareja real que nos convertimos y sin peligro de por medio.

—Así es señorita Lee ahora tienes solo dos horas para prepararte ya que nuestro vuelo sale pronto. El jet privado de Klaus nos espera.

Río suavemente.

—Recuérdame agradecerle a Klaus cuando volvamos —digo con emoción porque después de tantos años volveré a Japón el lugar que me vio crecer y donde fue posible que me convirtiera en la mejor militar.

—Bien voy a prepararme.

—Te espero en la sala mon amour —responde y sin más empiezo alistarme para nuestras vacaciones improvisadas. Quién lo diría hemos pasado cerca de cinco años juntos y aún nos amamos como el primer día a pesar de todos los problemas que hubo logramos estar juntos.

Dos horas después

Kenneth Bonafoux

Todo está saliendo como lo planeado yo junto con el piloto personal de Klaus chequeamos que todo se encuentre bien en el avión (ya que logre ser piloto militar del Occidente) también llegó a tiempo mientras que ahora estamos a punto de despegar el avión. Observó cómo está en video llamada con sus padres que le revelan que fueron parte del plan de las vacaciones omitiéndole la parte de la propuesta.

El Yoga de la señorita L TerminadaWhere stories live. Discover now