Epílogo

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25 de enero de 2025

Leandra Bonafoux

—Klaus que planeas... —digo feliz de encontrarme a mi esposo. Mientras que luego de terminar mi clase de yoga con las madres de los chicas que van al dojo de Akina. Llegue a nuestra casa encontrándome con una caja blanca con un listón rojo esperando en la cama mientras que Klaus estaba con un traje azul cielo mocasines negros y poniéndose una corbata del mismo color.

Lo que no sospecha es la noticia que le daré.

—Reserve en el restaurante del muelle el que fuimos años atrás y bailamos...

—Bailamos tango señor Meyer. Espero que no se te haya olvidado como hacerlo.

—Te mostrare esta noche lo bien que aún lo hago señorita L —me susurra dándome un beso mientras que me deja para prepararme sonrió emocionada porque lo que no sabe es que la noticia que le daré lo sorprenderá a él. Estuvimos esperando hace mucho tiempo... Estaba ya perdiendo las esperanzas de que se volviera una realidad, pero la vida siempre te sorprende cuando menos te lo imaginas. Así que tomando el enterizo que marca mi cintura y el pantalón que cae holgado hasta mis tobillos en color violeta. Preparo en una pequeña caja blanca con un listón blanco la sorpresa que le entregaré.

***************

Al haber terminado me dirijo junto a Klaus al auto mientras que recibo un mensaje de mi mellizo al leerlo río suavemente porque estaba segura que sucedería mientras que le enseñó a Klaus el mensaje. También sonríe prendiendo el auto yéndonos hacia el lugar.

Mi querida melliza menor ya soy un hombre comprometido Akina me dio el sí. Gracias a Klaus por prestarnos el jet privado y a ti por cuidar de Derek. Te iremos a ver mañana ya que iremos a cenar con los Lee para darles la noticia.

Te dije que te daría el sí y nos vemos mañana debe darte una noticia también.

Contesto a Kenneth mientras que en respuesta ya quiere saber que le diré. Sonrió mientras pongo música después de estos años dándolo todo para recuperar lo que invertí en El yoga de la señorita L por fin puedo tomármelo con calma en mi negocio porque contrate a una bailarina profesional para las clases de baile mientras que solo me dedico a las clases de yoga. Klaus estuvo para mi apoyándome en todo lo que necesitado y ahora al contemplarlo a mi lado mientras conduce no me arrepiento de haber esperado para volver a estar juntos como siempre quisimos.

Unidos, amándonos y sin miedos atormentándonos sabemos que vendrán situaciones difíciles en nuestras vidas, pero esta vez estamos juntos para superarlas.

No más peligros hacia nuestras vidas.

No más separaciones de hermanos, madres o familia que nos hagan sufrir.

No más investigaciones que nos pongan en el centro del caos como le sucedió a Kenneth y Akina.

Ahora elegimos a nuestra propia familia una unida, amorosa y que nos volvió más fuerte hacia las dificultades.

—Todo bien L ¿en qué piensas? —me dice Klaus al besar mi mano volviendo su mirada hacia la carretera y mirando el camino veo que ya estamos cerca del muelle.

—En lo feliz que estoy desde hace años —respondo al sostener su mano mientras que finalmente llegamos al lugar al verlo noto las remodelaciones que hicieron donde ahora la parte del muelle es más grande y al aire libre para seguir disfrutando la vista a la playa. La pequeña plaza esta aún disponible con grupos en vivo que se dedican a tocar tango y música popular, pero al ritmo instrumental.

—Así de feliz seguirás señorita L. Vamos tenemos una cena y un baile pendientes por hacer.

—Mi momento favorito Señor Meyer —contesto dirigiéndonos hacia el muelle recibiéndonos la gerente quien nos saluda al conocernos ya que ha ido a mis clases de yoga. Llevándonos a la mesa que Klaus reservo dándole las gracias mientras que pedimos ya lo que queremos comer que es pescado con verduras y mofongo con carne frita junto a ensalada y jugo de frutas. Klaus se sorprende al no ver que pido vino tinto como siempre mientras que le doy un sorbo al jugo. Al dejarnos solos la gerente empezamos nuestra velada charlando sobre nuestro día, disfrutando de un momento a solas que tanto queríamos sin trabajo o asuntos que resolver mientras vemos como se instala un grupo de música en el restaurante celebrando nuestros cinco años juntos viviendo el amor que siempre quisimos.

Charlamos de la noticia de mi mellizo, sobre como ya he estado más relajada al acomodar mi tiempo entre el trabajo y pasar al rato nosotros algo que se nos dificulto al ver como ganaba popularidad mi estudio y Klaus siendo más reconocido gracias a su esfuerzo y la gran calidad de fotografías que ha hecho para series, revistas y películas, pero que pudimos arreglar gracias a Bernice, Lennon, mi mellizo junto a Akina que fueron un gran apoyo para nosotros logrando que nuestros trabajos no nos ahogaran. Disfrutamos de la comida con un ambiente ameno de los músicos que llevan ya cuatro canciones al estilo country. Al terminar de comer y pagar nos encaminamos disfrutando de la vista del atardecer para ir a bailar tango a la playa, pero al llegar vemos que ya cerraron el lugar.

—Yo que quería bailar tango —menciono en un suspiro al ver la plazoleta vacía, pero Klaus dirigiéndose al lugar y buscando en su celular hace reproducir una canción de tango colocando su celular en uno de los muros de la plazoleta extiende su mano hacia mí. Rio suavemente al tomar su mano empezando a bailar al ritmo del tango que nos hace estar unidos... Roces, giros haciendo que vuelva a su encuentro mientras que solo disfrutamos del momento. Me tararea la canción en mi oído mientras que nos balanceamos por el lugar al ritmo de un tango suave. Hasta que culmina la música reproduciéndose otra, pero lo detengo de bailar.

—¿Sucede algo L? —pregunta mientras pausa la música y sonrió mientras que tomo la pequeña caja blanca de mi cartera extendiéndosela– si sucede algo —. Mencionó al ver como toma la caja y desatando el listón blanco saca la tapa revelando lo que tejí.

—¿Klaus? —pregunto preocupada y nerviosa al ver como mira de la caja hacia mi mientras aguanta sus lágrimas con una risa suave saca los pequeños guantes de bebe color beige.

—Seré papa Leandra y tú serás la madre que siempre anhele para mis hijos –asiento con lágrimas contenidas también al ver como deja un beso en los guantes y me abraza mientras dejo mi llanto salir porque fueron años de ansias por tener un bebe. Sin ver resultados teniendo miedo de no ser madre nunca, pero ahora estamos aquí juntos a pesar de todo lo que pasamos logrando formar nuestra propia familia.

—Te amo señorita L y también a ti bebe —nos dice Klaus mientras me besa y baja hasta mi abdomen dejando un beso.

—Nuestro bebe y yo te amamos a ti señor Meyer.

Comenzando como vecinos y rivales que se retaban por todo nos volvimos amantes hasta que luego del caos, la investigación y dolor fuimos separados por los hombres que nos engendraron. Pero la vida puso todo es su lugar porque ahora años después nos reencontramos, estamos casados y pronto formando nuestra propia familia.

La pronta familia Meyer Bonafoux.

Fin.

El Yoga de la señorita L TerminadaWhere stories live. Discover now