El Yoga de la señorita L Terminada

Capítulo 50: La verdad

18 de mayo de 2022

Leandra Dupond

Los medicamentos dejaron de hacerme el mismo efecto como tiempo atrás a pesar de haber aumentado la dosis. Mi cabello se vuelve a caer, pero aún mantengo mi peso estable además pronto nos iremos todos a unas cabañas y el próximo mes será el cumpleaños de Summer que cumplirá nueve años. No quiero detener a mis hijos y preocupar a los demás sobre esto ya no más.

Hoy le contaré la verdad sobre mi cáncer a Daniel. Un hombre de complexión fornida, ojos color marrones que me cautivaron junto a su sonrisa el día que fui a bucear y él fue el instructor. Que me respeta, me quiere y no me observa como hizo Jack durante esos años como si fuera un estorbo que quitar de su vida. Daniel sabe lo que quiere además me ha demostrado con hechos que si desea estar conmigo.

—Mamá, tía Amanda ya llegó —escuchó a Leandra al adentrarse a mi cuarto. Termino de acomodar mi cabello y esconder de su vista lo que perdí, pero observa mi mano.

—Sigues perdiendo cabello mamá...

—Sí, pero sabes que es parte de esto —le digo mientras que suspira y me despido con un beso en su mejilla al irme.

Pero me paro en medio del pasillo al escucharla.

—Mamá sabes que puedes contarme si te sientes mal o pierdes cabello. No quiero que pases por esto sola —me habla firme encaminándose hacia mí.

—Lo se L, pero sabes que lo que menos quiero es preocuparte a ti y a Kenneth —mencionó, pero paró de hablar al ver a Derek con sus rizos despeinado venir hacia nosotras con la pijamada aún puesta y mi hijo detrás de él.

—Me hizo madrugar porque te quería ver mamá.

—Hola abuela ¿A dónde vas tan temprano? —me pregunta luego de haberlo abrazado mientras que sacudo su cabello.

—Saldré con Amanda un momento corazón volveré pronto te lo prometo.

Se queja, pero luego acepta haciéndome prometer que haremos trufas. Se lo prometo mientras salgo al balcón donde está mi hermana Amanda esperándome en su auto en la entrada mientras que le informo a mis hijos que le diré la verdad a Daniel.

—Suerte mamá.

—Nos avisas por cualquier situación —menciona ahora Kenneth.

—Amanda se quedará esperándome en lo que hablo con él así que tranquilos —me despido y arranca el auto hacia la cafetería donde me encontraré con él.

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Mi hermana está en unas mesas al frente de mi mientras que bebo café y como unos panecillos con Daniel hemos hablado de todo. Me siento cómoda con él, pero no sé cómo vaya a reaccionar cuando le diga la verdad y los pocos meses que me quedan de vida.

Mis mellizos solo saben que me quedan meses, pero no cuántos. Le pedí al doctor que no les informará sobre la cantidad exacta...

Tres meses fue el tiempo exacto que me dio de vida. No podré estar en el cumpleaños de mi nieto en octubre. Tampoco podré estar en la inauguración de los estudios de L y Akina. Pero lo acepto esta vida no me sonrió tanto como quise, sino que me dio prueba tras prueba por quererme librarme de mi familia tóxica me fui con Jack todo fue maravilloso los primeros años hasta que sacó su verdadero rostro cuando estaba embarazada de mis duplicados. Todo se volvió un caos lo único que me mantuvo en pie y con momentos de felicidad fue tener a mis mellizos conmigo los cuidé con garras y dientes, pero al crecer y al darse cuenta del ambiente en que vivían Kenneth llegó a recibir golpes por querer defenderme de Jack y Leandra insultos y desprecios de él a pesar de que solo quería que su furia se dirigiera solo a mí no pude lograr eso.