¡No Me Lastimes!

Capitulo 67. El primer arranque de confesiones llega como un golpe doloroso.

La conducta humana se ve fuertemente arraigada al sentimiento, si el sentimiento se ve alterado, inevitablemente, la conducta se verá alterada.

Incluso si no busca alterarse...
Incluso si se vuelve violenta...

—¿Qué?

Las palabras del contrario no fueron bien recibidas, más bien, fueron el inicio de un caos. El ambiente paso de ser ligero y nostálgico ha pesado y volátil.

El hombre que lleva la mitad de su vida suprimiendo sus instintos y manejando sus emociones a raya, se volvió fácilmente influenciado por aquello que reprimió.

Fue inevitable que el hombre que observaba a Max desde una distancia media, se molestara.

—¿Por qué harías eso? ¡Eres la pareja de Fletcher! ¿Cómo eres capaz de irte, cuando él estuvo a tu lado durante meses?. —Regaño fuertemente tratando de hacerlo entrar en razón.

Para Andrey, Fletcher no es solo un alfa y un líder el cual da órdenes, para Andrey, Fletcher es un amigo importante que tiene un gigantesco lugar en su corazón.

Ese fue el joven que se vio forzado a convertirse en un hombre, que, a su vez, se convirtió en alfa. Está tremendamente orgulloso de haber servido, durante casi once años, a la familia del gran hombre que hoy en día dirige la manada.

Y como un amigo y como el hombre que le vio crecer, no puede permitir que ese Alfa, tendido en esa cama, sufra las consecuencias de las mentiras de alguien más.

No sé quedará de brazos cruzados.

Fletcher siempre será su prioridad, por encima de cualquier persona. Y su opinión, no únicamente como la de un fiel soldado, sino la de un gran amigo, es dura.

—Él está ahora allí, tendido en cama después de haberte defendido, ¡Pudo morir protegiéndote!.

—¡Lo sé, yo sé que estuvo a punto de morir, sé que pudo haber muerto por mi culpa!.

Incluso si sabe que lo que está haciendo está mal, su pecho, que soltó esas frustraciones que mantuvo encerradas, se llenó de aire después de haber expulsado una pequeña parte de sus emociones.

—¡Por eso mismo me iré, si me quedo aquí más tiempo Decker despertará y acabara con lo que inicio!

—¡No te puedes ir! ¿Abandonarás a Fletcher de ese modo? ¿En serio...?

Sus palabras bruscas que buscan llegar a un corazón ajeno se ven debilitadas por el sentimiento.

Se sienta y deja que sus emociones se apacigüen. Sabe bien que la violencia no es la solución, y menos contra alguien diez veces más débil que él.

No es justo ni honorable. Además de que es un soldado, debe mantener la calma. Incluso si la situación no amerita tal gesto.

—¿Por qué te quieres ir? —Lanzo una pregunta importante y Max desvió la mirada con cierto nerviosismo —¿No piensas decirme? —Levanto una ceja y cruzo sus piernas mientras que sus dedos tocaban el puente entre sus ojos.

Su cabeza en verdad que duele demasiado. Más, si parece que el puente de comunicación entre él y Max, ya se desvaneció, dio un paso al frente y retrocedió tres. No puede evitar sentirse molesto consigo mismo, se siente irritado.

Quiere comprender la situación desde la perspectiva de Max, pero simplemente Max no parece cooperar.

—¿Me dirás?

—No puedo decirte...

—¿Por qué? ¿Es otra de tus mentiras?

—Me iré. —Fue una afirmación —En doce horas...