Capitulo 83. Solo hay dos maneras de detener el sufrimiento; morir o enloquecer

2.3K 223 33
                                    

Para cuándo el sedante había dejado de hacer efecto, ya se encontraban en mar abierto, muy lejos de la costa, en un barco dentro de las aguas del territorio Antonov.

Estaban a punto de llegar a casa, solo debían arribar en la costa.

Cuando entreabrió los ojos, lo primero que azoto a Fletcher, fue una sensación de debilidad aterradora. Sus manos, sus piernas, su cuerpo entero se sentía entumecido y adormecido, incapaz de sostenerse por sí mismo.

Como el cuerpo de un recién nacido que no es capaz de soportar su propio peso sobre sus piernas.

El aturdimiento llegó no mucho tiempo después, cuando intento moverse y casi se cae de dónde sea que lo tenían recostado. Sin embargo, antes de moverse de más, alguien lo empujó desde el pecho y lo obligo a quedarse en su lugar.

—Detente, no sigas moviéndote —La voz es irreconocible, imperceptible, se escucha muy distorsionada, como si estuvieran hablándole mientras se encuentra debajo del agua, vibra dentro de sus oídos, produce eco y se pierde antes de que pueda entenderlo.

Dentro de su aturdimiento, jadeo en busca de aire para sus pulmones mientras se movía, tratando de aliviar la incomodidad en sus extremidades.

—Ah... —Jadeo y gruño al mismo tiempo carraspeando su garganta —Donde... ¿Dónde está?

Su pregunta no es clara, pero es entendible al mismo tiempo, más sinembargo, no hubo respuesta. Solo silencio. Silencio eterno y abrumador.

—¿Dónde está Max...?

Nuevamente, nadie le respondió. Solo silencio. Silencio, terrible e incómodo silencio.

—¡Max! ¡Max!

—Detén esto Fletcher —Poco a poco, mientras la visibilidad se restauraba y sus ojos le mostraban con mejor claridad su entorno, se iba dando cuenta de dónde estaba.

El calor terrible, la sensación de ardor en su piel, y la dificultad para respirar eran ocasionadas por un pañuelo mojado que alguien le había puesto en la cabeza tratando de cubrirlo del sol.

Cree saber dónde está.

Principalmente por el olor a sal de mar junto a un sutil toque de olor a pescado. Es innegable el olor y la sensación de movimiento bajo su cuerpo, de sonido de las olas, golpear el bote.

Además, el motor hace un zumbido que hace que su cabeza quiera explotar.

Finalmente, cuando el pañuelo sobre su cabeza fue removido y la visión llegó nuevamente a sus ojos, todo fue claridad, se dio cuenta de que era Andrey quien empujaba su pecho contra una zona del barco de pesca que le mantenía elevado y que se movían a gran velocidad y apenas fue capaz de sentirlo.

—¿Dónde está...?

—Fletcher, no te aferres más a la idea de que pueda estar vivo... 

Fletcher arrugó el rostro ante la bomba que soltó Andrey, e inevitablemente se sintió herido.

Aun así, no se dio por vencido, y aun no queriendo aceptar el amargo sabor de la desgracia, trato de levantarse.

El barco, moviéndose a una velocidad constante, rápida y en línea recta, provoco que Fletcher, quien aún no era capaz de incorporarse correctamente, se tambaleara hacia el frente con demasiada fuerza, casi al punto de caer.

Andrey, claramente, lo sostuvo rápidamente abrazándolo y tratando de ayudar a que se incorporara.

—Hey... —Susurro Andrey cerca del oído de Fletcher en un susurro rasposo —Estamos a punto de llegar a Antonov, sé que estás demasiado mal en este momento, pero necesito que recobres un poco la compostura y comiences a liderar las defensas del territorio. Te necesitamos bien.

¡No Me Lastimes!Where stories live. Discover now