Capitulo 12. La luna lo abandono por tonto.

17.9K 1.3K 258
                                    


—Déjame demostrarte que no necesitas doblegarse ante mis palabras, debes doblegarte ante mí... 

Max siente su cuerpo temblar con violencia, su lado Omega está descontrolado y siente como su ano expulsa un líquido viscoso que lo hace sentir muy asustado. Max jamás ha experimentado un celo, y los supresores que debían mantener su celo controlado, han sido neutralizados por las fuertes feromonas que desprende Decker. Es como si su cuerpo cobrara vida propia y se doblegase ante el instinto. 

Son feromonas fuertes, de algún modo, muy distintas a las que sintió cuando fue consolado por Decker, son feromonas que lo hacen sentir debil con solo un respiro. Como si lo debilitaran.

—Huye... —Alcanza a decir Owen al ver la fuerte presencia de Lan, Owen puede sentir con claridad cuan excitado está Lan, es como un lobo asechando a su presa. Listo para atacar. 

En un arrebato de adrenalina, logra sentir como sus piernas reaccionan. Le atesta un fuerte golpe a Decker en la entrepierna y se arrastra hacia la entrada lo más rápido que puede. Cree que si llega hasta la puerta y la abre, alguien vendrá a ayudarlo. 

—Alguien... —Murmura mientras hace un gran trabajo arrastrándose, sus codos hacen fricción contra el suelo y le lastiman, pero no le importa, solo quiere salir de allí, quiere huir... 

Pero cuando está a punto de llegar a la puerta, es arrastrado de los tobillos. Decker se encuentra detrás de él, con un rostro rojo de ira y una expresión de dolor, su mano derecha aprieta sus pelotas tratando de resistir el dolor. No piensa dejarle ir, tampoco está en sus cinco sentidos, su vista y oído ha dejado de responder, solo se deja guiar por las feromonas, es como un muñeco siendo controlado por la lujuria, perdiéndose en la exquisita fragancia de lo indebido y lo imperdonable. 

—¡Aléjate! —Exclama Max al ver como el Alfa se acerca, puede ver cómo se desviste apresuradamente, la camisa de botones se abre con un rápido movimiento, y los botones salen volando por todas partes. Acalorado, se quita la camisa dejando a relucir una delgada cintura, y una espalda ancha y fornida, la corbata es colocada por un lado y Finalmente, con el sonido de la hebilla de metal, el cinturón que mantenía atados todos sus deseos sexuales, es desatada. 

Max puede sentir con claridad las feromonas que secreta Decker. Trata de alejarse, pero es inútil, sus piernas ya no responden, la adrenalina ha dejado de fluir por su cuerpo y hay un fuerte hormigueo que las invade, así que en un dos por tres está acorralado entre el suelo y el pecho de Decker. 

—¡Aléjate, no quiero esto! Decker por favor detente po- 

—No te dejaré ir jamás...  

En cierto momento, la cordura y el razonamiento de Decker, desaparecieron por completo cediendo el paso al sus instintos más bajos tomar el mando.

Su mente se volvió un lío y su percepción del entorno borrosa.

Tanto Decker, como Lan, perdieron el control de la situación.

Lo que parecen ser las feromonas del primer celo de Max explotaron, orillandolos al abismo. Son feromonas fuertes que salen sin control e inundan toda la habitación. Pero de algún modo, el olor de Max es casi mínimo, como si no fuesen de Max... Es extraño, demasiado, más sin embargo, la sensación de éxtasis no deja de fluir con fuerza provocándole calor.

Decker jamás en su vida se ha sentido así. La perdida del autocontrol es aterradora. De sintió como si no fuese el quién lo orilla a actuar.

Es aterrador...

La ropa le es arrebatada y rasgada con violencia y desesperación. Heridas por fricción y marcas de arañazos son lo único que puede percibir mientras su mente se bloquea por la desesperación. Solo puede sentir como los dedos del alfa se entierran con fuerza en su piel y la rasguñan sin arrepentimiento, con buscos movimientos Patalea lo más que puede y trata de arañar el rostro del alfa buscando lastimarlo o hacerle reaccionar. 

¡No Me Lastimes!Where stories live. Discover now