Capitulo 11. "Jamás me doblegaré ante tus palabras"

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La hora de la reunión con los Bullet llegó más rápido de lo deberia, el alfa viste un pantalón negro y una camisa a botones del mismo color, sus zapatos son de vestir y lleva un peinado muy bien arreglado, no hay ningún cabello fuera de su lugar. Es como ver aún príncipe azul. Un príncipe azul que está a punto de traicionar a su pareja... 

Sabe muy bien que lo que hace está mal, que está rompiendo todas las promesas que le hizo a Max, pero su compromiso con la manada es más fuerte. 

El portón de la mansión se abre y una camioneta negra Lincoln Navigator entra a una velocidad de 20 km/Hra, avanza hasta el frente de la mansión y se estaciona, durante unos segundos nadie sale, pero luego, el chófer de la camioneta se baja y abre la puerta del asiento trasero derecho. 

El primero en salir es Edison Bullet, el alfa de la manada Bullet, quien viste un traje negro hecho a medida, una camisa de botones blanca y una corbata roja. El aspecto físico del alfa es muy peculiar. Cómo muchos Alfas de manada, es viejo, su cabello es color gris, producto de la vejez y el tiempo, sus ojos son color miel y su piel aún no se arruga, es alto, un metro con  ochenta y cinco centímetros, aún que ya no tiene el mismo cuerpo bien marcado, se le ve bien cuidado, es atractivo y a dónde quiera que vaya, impone autoridad y derrama elegancia. 

—Buenas tardes, joven Decker, desde su ascenso a Alfa de la manada, no he tenido el placer de volverlo a ver —Dice con una voz gruesa y se acerca al alfa menor. 

—Igualmente señor Edison, es un gran honor ofrecerle hospedaje —Sonríe forzadamente y le estrecha la mano al mayor, no puede decir que está contento, o que mientras habla tan encantadoramente frente al alfa, siente su pecho doler y a su lobo negarse —Puede sentirse como en casa, suegro. 

—Me alegra saber que está impaciente por el matrimonio con mi hija, después de todo, he venido a presentarla ante usted —Cuando termina de decir eso, vuelve hacia el auto, abre la puerta, y le extiende la mano a su amada hija para ayudarla a bajar, se muestra como un padre cariñoso y paciente, adora a su hija y siempre la está mimando. 

La joven Roxana es una chica agraciada, bendecida con una belleza inigualable y unos ojos alejados del pecado y la codicia, irradia inocencia y se muestra avergonzada. Su piel está un poco bronceada y resalta con naturalidad. Sus ojos son iguales a los de su padre, y las pestañas que resguardan aquellos ojos producen sombra, sus cejas están bien marcadas y el vestido color azul que lleva puesto resalta unas curvas envidiables. 

—Buenas tardes... —Dice con mucha timidez —Me llamo Roxana Bullet, es un placer conocerlo Gran Alfa. 

Decker, con el pecho adolorido y una terrible sensación de asco en la boca, sonríe con amabilidad. ¿Qué es eso que le golpea en el pecho con tanta fuerza que lo hace querer mandarla a la mierda y regresar con Max?

Puede deducirlo fácilmente; Es el peso de sus palabras doblegando su voluntad. Él es dolor que le produce saber que lo que está haciendo está mal.

No le gusta, lo odia, lo detesta. Pero de rechazarla. Max... Max podría ser incluso expulsado de la manada. Max podría desaparecer sin que él pudiese hacer algo.

Guiado por el temor de saber que su propio padre podría rechazar a Max, decidió seguir con su estúpida actuación...

—Buenas tardes, señoría Bullet —Dijo con la voz relajada —Es un placer volver a verla en persona... Hace muchos años no teníamos la suerte de tenerla en nuestra manada.

Lo que dice, es más falso que cualquier cosa en el mundo, ¿Qué es esa chica en comparación con Max? Max debería estar recibiendo halagos de toda la puta manada, no ella.

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