Capitulo 70. No pierdas, no cedas, no flanquees.

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Dio dos pasos al frente demostrando que lo que decía era enserio y dio la cara por Fletcher. Dio la cara por alguien que en un pasado lo dio todo por él.

Obviamente, esto no agradó al alfa de cabello rubio y antes de que Max estuviese lejos de su campo de agarre, lo tomo desde el antebrazo derecho y lo jalo hacia su pecho de manera agresiva. Fue un reflejo producto de su temor a que Max pudiese salir lastimado.

Cuando Max estuvo entre sus brazos, lo apretó con fuerza y le dirigió una mirada endemoniada a Decker.

Es la mirada de un alfa reclamando aquello que tanto le costó conseguir. Es la mirada de un hombre que no dará un paso hacia atrás ni se doblegará ante amenazas. Es la mirada de alguien que no está dispuesto a perder.

Cuando el gran alfa de Nyx, vio como su luna fue sostenida en brazos, dio un paso al frente con la mirada fija en el bastardo que se atreve a tocar a Max.

—Suéltalo.

—No lo permitiré —Gruño con el rostro rojo de la furia y retrocedió con Max en brazos. —Andrey, ven aquí, sostén a Max y no lo sueltes.

Fletcher soltó al Omega y lo dejo detrás de su cuerpo mientras se preparaba para lo que venía.

—Prefiero morir a dejar que tú —Y señaló a Decker de manera brusca para seguir hablando con la voz, gruesa —Bastardo, te acerques a Max.

Con dolor en el abdomen y dificultad para caminar, se dobló las mangas de la camisa y se quitó el vendaje del cuello. Le estorba y le molesta llevar un vendaje estúpido. Una herida es una herida y punto. Sanará.

Cuando la venda calló al suelo llena de sangre y se dejó ver la herida en el cuello, Decker ladeó una sonrisa triunfante. Verdaderamente, le había hecho daño a Fletcher, al punto de dejar tremenda herida.

—Ven aquí bastardo. —Gruño Decker —O mueres tú, o nos morimos los dos a la mierda, pero de aquí no sales vivo.

Se sostuvo del barandal de las escaleras aún con el cuerpo de gelatina y comenzó a bajar poco a poco. A decir verdad, también le es difícil moverse, es como si hubiese corrido una maratón. Sus músculos se sienten calientes, incluso si solo es una ilusión. Suda demasiado y sus sentidos se ven ligeramente aturdidos. Los somníferos aún yacen en su cuerpo debilitándolo haciéndole difícil moverse, pero aun así, no sé detendrá.

No importa, aprendió a pelear incluso en condiciones más precarias. Se las arreglará.

Descalzo, sin algo que cubra la parte superior de su cuerpo, no le importa pelear así. De todos modos, ya está herido, unos cuantos moretones no son nada. Además, no parece haber indicios de que alguno de los dos pueda convertirse en lobo. Hacerlo, significaría que las heridas en sus cuerpos se abrirán nuevamente.

Esto será una pelea de solo puños.

El enfrentamiento se ve cercano a empezar, ambos se ven fuertemente doblegados por el dolor de un cuerpo terriblemente inútil. Pero se ven impulsados por una furia emanando desde las profundidades de su cuerpo que les dice a gritos; Pelea.

Es una batalla de poder, una batalla de ego por un premio que se considera inigualable, precioso al grado de tener la necesidad de arriesgar la vida.

—¡No, nadie peleará! —Soltó Max en una voz fuerte al ver que ambos alfas estaban por iniciar otro enfrentamiento, uno que posiblemente Fletcher no ganará.

No está dispuesto a ver a Fletcher lastimado nuevamente. No podría con la culpa.

—Arreglemos esto aquí y ahora Decker. Si te atreves a comenzar una pelea en mi presencia, morderé mi lengua hasta morir. —Amenazo sin rodeos.

¡No Me Lastimes!Where stories live. Discover now