¡No Me Lastimes!

Capitulo 5. El deseo que tanto anhelaba.

Para cuando Alisha y Max terminaron de festejar, ya pasaban de las 11:29 de la noche, estaban a media hora de la transformación de Max. Según la tradición, el individuo debe permanecer bajo la luz de la luna a la media noche para poder iniciar su transformación. Y por elección de Max, habían escogido la cascada para la transformación. 

Tomaron una linterna, guardaron varios cambios de ropa para cada uno en una mochila, un botiquín de emergencia, y se pusieron repelente para ahuyentar a los moscos, salieron de la cabaña. Debían caminar algunos 400 metros hasta la cascada, así que no perdieron tiempo. 

Salen de la cabaña, llevan un ritmo constante, Max mira hacia todos lado, parece estar más alerta y paranoico de lo normal. 

—¿Estás nervioso? —pregunta Alisha, quiere calmar a Max un poco, aún que sabe que ella también está asustada, las manos le sudan y tiene el ritmo cardiaco acelerado, se muestra atenta a cualquier sonido, parece estar un poco paranoica.

—Un poco, escuché que duele mucho... —La alfa no sabe que responder, no tiene excusas para eso. 

—Es cierto, tus huesos deben romperse, pero solo está vez sentirás dolor, será por unos segundos, no más de diez segundos, lo prometo —El castaño siente, su cuerpo temblar con fuerza, no sabe si es el frío o tiene miedo. Solo sabe que su piel bajo la sudadera que lleva puesta se eriza con violencia y su cuerpo es azotado por un escalofrío que le recorre desde la punta de los dedos del pie, hasta el cuero cabelludo. 

Durante el camino, pueden apreciar el sonido de las ranas croando y los saltamontes zumbando a lo largo y ancho del lugar, repentinamente, se escucha como el agua se agita, como si una tortuga se hubiese asustado al percibir la presencia de Max y Alisha. 

Saben que están cerca de la cascada, cuando escuchan el sonido del agua caer desde tan alto y chocar contra el agua. Es un sonido limpio y relajante, extrañamente inspira confianza. 

—Vale, aquí está bien —Se detiene la alfa— escucha, hay que quedarnos aquí, no hay muchos árboles, es perfecto —Max asiente aún más nervioso y luego deja la maleta en el suelo —Cuando llegue el momento, me transformaré primero, Akira quiere ayudar. 

—Bien, ¿Qué hora es? —Pregunta Max y Alisha responde.

—Ya pasan de las doce... Alístate —Avisa y Max se quita los zapatos, la sudadera y se para en un lugar donde pueda recibir luz de la luna. 

El cielo está nublado y amenaza con soltar una lluvia torrencial, por momentos se pueden apreciar grandes relámpagos iluminando el cielo acompañado de tenues sonidos de truenos. Alisha se transforma enseguida y Akira se alista para enseñar lo básico a Max. 

Max está listo, respira con fuerza y siente su cuerpo secretar sudor, aún haciendo frío. La gran nube que cubre la luna, poco a poco en empujada por el vientre alejándose de la luna, unos cuántos rayos de luna golpean el agua haciéndola brillar. 

Después, viene un dolor agudo, Max se queda sin aire al sentir como sus huesos se rompen todos al mismo tiempo, cree que morirá, quiere gritar y llorar, pero no tiene voz, solo puede apretar fuertemente los ojos intentando aguantar lo más que puede. Alisha ve como se retuerce del dolor, sabe que no puede hacer nada hasta que la transformación de Max termine. 

Cuando Max siente que está por perder la conciencia, el dolor se detiene de golpe, es como si estuviera atrapado en las profundidades del mar, hace un poco de frío, siente algo cálido tocar sus mejillas, trata de abrir los ojos, pero no logra ver nada, luego, siente como algo húmedo se pega a su nariz, levanta las manos y trata de tocar lo que sea que lo esté tocando también, solo puede sentir un pelaje suave y cálido, seguido de un chillido suave. Cuando cree que ya puede ver lo que hay frente a él, abre los ojos, pero no está en el mismo lugar que sintió hace unos segundos, puede ver la cascada y a Alisha parada frente a él en su forma de lobo.